
Tras la fuerte reacción de los organismos de derechos humanos, gobernadores e intendentes opositores y hasta miembros de la Alianza oficialista, Macri se vio obligado a dar marcha atrás. El lunes firmará otro decreto que restablece la “inmovilidad” del feriado del 24 de marzo.
Anoche, con Macri descansando en Chapadmalal, llegó finalmente el anuncio de la marcha atrás oficial, resumido en en un comunicado impersonal, de solo dos oraciones y sin firma conocida. “El Gobierno Nacional dictará el próximo lunes un DNU rectificador con la decisión de establecer la inamovilidad de los feriados del 24 de Marzo, 2 abril y 20 de Junio. La decisión fue tomada por el Presidente Macri luego de escuchar las diferentes opiniones que se suscitaron sobre el tema, convencido que era la mejor decisión para evitar división y seguir trabajado en pos de la unidad de los argentinos”.
Luego de una semana de fuertes críticas de todo el arco político , de organizaciones de sociales y de Derechos Humanos, y de un repudio creciente por parte del conjunto de la sociedad, Macri decidió retroceder en su decisión de mover el feriado del 24 de marzo, Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
En el mismo orden, tampoco serán “movibles” el 2 de abril – Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas – y el 20 de junio -Día de la Bandera.
El lunes pasado el presidente, mediante un decreto de “necesidad y urgencia” había eliminado los feriados puente instaurados durante el kirchenrismo con la consecuente pérdida de fines de semana largos, y en el mismo acto convirtió en móviles los feriados del 24 de marzo, del 2 de abril y del 20 de junio.
Entre la dirigencia política los rechazos iniciales surgieron de intendentes peronistas del conurbano. Gabriel Katopodis, de San Martín, anunció que dispondría asueto municipal, decisión que replicaron luego una veintena de jefes de comunales bonaerenses y también del interior del país: Jorge Capitanich (Resistencia, Chaco), Esteban Piaggio (Gualeguaychú, Entre Ríos) y los fueguinos Walter Vuoto (Ushuaia) y Gustavo Melella (Río Grande), que extendieron el asueto al 2 de abril.
Los gobernadores peronistas Mario Das Neves (Chubut) y Carlos Verna (La Pampa) hicieron lo propio para que los empleados públicos de sus provincias no se vieran afectados por la decisión presidencial, que el mismo viernes comenzó a recibir cuestionamientos de aliados del gobierno. El diputado Raúl Alfonsín calificó como “una incomprensible banalidad” el cambio por decreto del Día de la Memoria, el gobernador cordobés Juan Schiaretti lo mencionó entre los feriados que “no pueden ser cambiados” por son “fundacionales” y el secretario de Derechos Humanos bonaerense, Santiago Cantón, advirtió que la decisión se debió consensuar con los organismos de derechos humanos.
Finalmente ayer se sumó el pronunciamiento de la conducción radical. “Estamos conversando con el gobierno y a través de nuestros legisladores. Comprendemos la preocupación de diferentes instituciones”, dijo el presidente del comité nacional, José Corral.
RSS