
En una decisión que va a contramano del mundo, el parlamento ruso, incitado por la Iglesia Ortodoxa, acaba de despenalizar la violencia familiar -sobre todo contra hijos y mujeres- si es ejercida por el “jefe de la familia”. La excusa para dicha norma es la de “preservar los valores tradicionales”.
La extraña ley fue aprobada con un no menos extraño resultado, ya que fueron 368 votos afirmativos, y tan solo uno en contra y una abstención. Con la nueva ley sólo se podrá juzgar a los agresores cuando sus actos causen “daño a la salud” y se repitan más de una vez al año contra el mismo familiar; así y todo, la primera condena no será más que una multa y sólo en la reincidencia llegaría a ser penal.
Además, la tarea de reunir pruebas del hecho violento correrá por cuenta de las víctimas. La nueva ley prohíbe, incluso, que la Justicia intervenga de oficio, derogando una reforma al Código Penal de 2016 que fue vista como una amenaza a la familia.
La vía libre la había dado el propio Vladimir Putin hace unas semanas, cuando declaró que “la descarada injerencia de la Justicia en la familia es intolerable”, refiriéndose a una ley que permite “encarcelar a un padre por unos chirlos en el culo que el niño se ha merecido”.
Para la presidenta del Comité sobre Familia, Mujer y Asuntos infantiles del parlamento ruso, Yelena Mizulina, “las relaciones entre padres e hijos se basan en la autoridad de los padres. Las leyes deben apoyar esa tradición familiar y el sistema de valores que la sociedad mantiene”. Mizulina también calificó como “un ataque a la familia” que un hombre vaya a la cárcel por apalear a su esposa. La senadora fue una de las impulsoras de la retrógrada ley. “Nadie quiere que se detenga a alguien durante dos años y quede etiquetado como criminal por el resto de su vida por una simple cachetada”, argumentó la extraña mujer en el debate parlamentario.
Se trata de la misma funcionaria que promovió la ley contra la “propaganda gay”, que prohíbe hablar en público de “relaciones sexuales no tradicionales” y penaliza la marchas del orgullo con penas de cárcel para los activistas. La homosexualidad, para Mizulina, es igual a la paidofilia…
En Rusia, 36.000 mujeres por día son víctimas de violencia conyugal, 26.000 chicos son agredidos por sus padres y el 40% de los crímenes graves se da en el marco familiar.
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