
De la redacción de Contrapoder –
El Gobierno Nacional se niega a girar los fondos que la provincia necesita para afrontar sus compromisos más urgentes, pero eso no es todo, ahora hasta le prohíben a Santa Cruz emitir deuda internacional. Solamente a Santa Cruz se lo impiden, justamente a Santa Cruz se lo impiden, ¿casualidad o desestabilización deliberada?
Ayer Contrapoder daba cuenta de que el gobierno de Macri había tomado nuevos préstamos internacionales por 20.000 millones de dólares, y que lo hizo poniendo como garantía los recursos naturales (agua, petroleo, etc…), y que lo hizo volviéndonos a poner a merced del estrado del juez Griesa, y que con esos 20.000 la deuda tomada por este gobierno llega a 80.000 millones de dólares. Ayer mismo dábamos cuenta de todo eso, y este gobierno, justo este gobierno le dice a una provincia que no puede tomar deuda, es la única provincia a la cual el macrismo le niega la posibilidad de endeudarse, claro… es la única provincia gobernada por alguien de apellido Kirchner.
Según la agencia de noticias Télam, la cartera económica rechazó la posibilidad de que Santa Cruz se endeude en los mercados voluntarios emitiendo deuda internacional, idea que la mandataria provincial barajó para cubrir su déficit fiscal justamente por estar estancadas las negociaciones para un eventual rescate fiscal del gobierno central.
“La negativa de la cartera que conduce Nicolás Dujovne es por temor a que no lo puedan pagar y por lo tanto consideran que no es conveniente que la provincia emita deuda. ‘No creemos que vayan a ser capaces de pagarlo ni de generar la confianza necesaria. Además, en caso de no pago, traería un problema para todo el país, no sólo la Nación sino el resto de las provincias que sí están fiscalmente ordenadas y pueden tomar deuda afuera’“, aduce con inmenso cinismo la agencia gubernamental de noticias, Telam, citando fuentes anónimas de ese Ministerio.
Está más que claro que el presidente busca aplicar un “golpe suave” al gobierno de Alicia Kirchner, forzar el ahogo financiero, fogonear un estallido social y después “verse obligado” a intervenir la provincia. Debería el peronismo dejar, aunque sea por unos días, de pelear en chiquito, comenzar a jugar en equipo y evitar, a como de lugar, que Macri se salga con la suya en su idea de fagocitarse a una de las pocas provincias netamente peronistas que le quedan. En buena parte de eso dependerá el resultado de las elecciones, de que el peronismo abandone ese rol anodino y cierre filas a la hora de construir poder.
G.L
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