La Rede Globo presentó sus disculpas ayer por haber difundido el viernes una información mentirosa que indicaba que los ex presidentes Lula Da Silva y Dilma Rousseff habían cobrado 150 millons de dólares de coima del Frigorífico JBS. El programa informó que su titular, Joesley Batista (el mismo que grabó a Temer), lo había declarado ante la justicia.
Ante la magnitud de la noticia, la inmensa mayoría de los canales de televisión, radios, diarios y portales de noticias de toda Latinoamérica publicaron en “primera plana” el presunto hecho de corrupción del que se acusaba a ambos líderes del PT.
Hoy, el conductor William Waak dijo en la TV Globo que “debía ser corregido” “un dato impreciso que hemos dado en el Jornal Nacional”, el noticiero con mayor audiencia desde hace medio siglo.
La información dada el día anterior había sido parte de un extenso informe de casi una hora sobre las coimas a políticos brasileños en el que “en primicia” La Globo mostraba por primera vez los videos de los “arrepentidos” del Lava Jato declarando como habían pagado las coimas a los funcionarios más importantes.
La edición del Jornal Nacional de esa noche tuvo en vilo a todo Brasil, batiendo récord de audiencia, sin embargo William Waak apenas se tomó 39 segundos, de un tramo periférico del noticiero, tres días después, para hacer el descargo de la cadena telivisiva por el “error” cometido. Obviamente que ninguno de los medios que el día anterior habían levantado la noticia de las coimas de Lula y Dilma se enteraron del descargo y los que se enteraron no se preocuparon por desmentirlo.
Imprecisión
Lo más curioso fue el sustantivo utilizado por la cadena para justificar la mentira, antes de reconocer que ni Dilma ni Lula tienen cuentas en el exterior, Waak explicó que habían cometido una “imprecisión” al adjudicarles a ambos ex presidentes coimas por, nada más y nada menos, 150 millones de dólares frente a millones y millones de brasileños.
El columnista explicó entonces que Batista había aclarado que las cuentas a las que había hecho mención estaban a su nombre y que esos fondos habían sido destinados a donaciones para ambas campañas, algo totalmente naturalizado en la política brasileña al igual que en la norteamericana.
Otra curiosidad es que en el video de la declaración de Batista se observa que justo cuando el empresario cárnico comienza a explicar que las cuentas son suyas, y no de los ex presidentes, hay un corte de edición, treta que la cadena de televisión más importante de Sudamérica utiliza para que sus periodistas puedan mentir sobre la titularidad de las dos cuentas mencionadas. (min 42:15 del programa)
“Dijimos que Joesley Batista había contado en la delación premiada que depositó coimas en dos cuentas corrientes en el exterior, a nombre de los ex presidentes Lula y Dilma. En verdad, Joesley Batista dijo que la cuenta está a su nombre, pero que el dinero iba a ser destinado a campañas de Lula y Dilma”, explicó escuetamente Waak.
Las desmentidas no aparecen
Obviamente la corrección no repara el daño causado a la imagen de Lula y Dilma, porque todas las agencias internacionales y diarios extranjeros se hicieron eco el viernes pasado de aquellos datos falsos, que no fueron luego corregidos debidamente.
Se trata de otra brutal operación de lo que Ignacio Ramonet llama “la dictadura mediática en la era de la post-verdad”, la manera en que la derecha neoliberal utiliza su poder de fuego mediático para construir sentido común en base a mentiras que llegan a todos los medios, desde el más grande al más pequeño, y que luego, entre una inmensa maraña de información con que bombardean durante todo el día a sus audiencias, jamás se desmienten correctamente y quedan instaladas en ese sentido común que ellos mismos construyen.
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