De la redacción de Contrapoder –
La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner dio una entrevista a los periodistas de C5N Gustavo Sylvestre, Víctor Hugo Morales, Daniela Ballester y Roberto Navarro, que detuvo literalmente al país político. Tan trascendente fue la “movida” política que generó la ex mandataria que varios partidos aprovecharon la tarde para hacer actos de lanzamientos de algo, desde Massa-Stolbizzer, que lanzaron su alianza hasta Lousteau, que hizo un acto solo para avisar que va por afuera, aunque lamentándose de que no lo dejen ir “por adentro”. Lo cierto es que todos esos actos terminaron antes de la anunciada entrevista a Cristina.
Cristina Fernández de Kirchner convocó a toda la oposición a “construir la unidad para frenar la política económica del gobierno”, y, si bien dejó leer entrelineas que está dispuesta a competir en la general volvió a dejarlo supeditado a que haya unidad en el peronismo. “Si es necesario que yo sea candidata para tener mayor cantidad de votos, lo soy. Si hay otro candidato o candidata que puede garantizar el triunfo y ganar y además cuando se sienten en las bancas voten lo que hay que votar, bienvenidos sean. No es Cristina o nada, es la necesidad de construir una propuesta de cara a la sociedad que garantice que se van a poner limites a esto”, dijo
Dijo que va a sentarse a hablar “con todos” y no descartó un acuerdo con Florencio Randazzo, que hoy se propone como una alternativa dentro del peronismo. “Lo que es fundamental es construir de cara a la sociedad una propuesta en la que la gente vea que esos dirigentes van a defender sus intereses”, dijo.
la ex presidenta dejó entrever que quiere subirse a la pelea, aunque evitó dar una respuesta precisa para dejar el camino libre a una negociación: “Me siento con la responsabilidad histórica de convocar al reagrupamiento del campo nacional, popular, democrático, para juntar a las fuerzas que permitan ayudar a que esto no se desmadre”, dijo y aseguró, “hay una estrategia por parte de la derecha para provocar divisiones en los sectores de la oposición, y yo no voy a formar parte de ninguna estrategia que juegue a dividir”.
Cristina realizó una autocrítica en cuanto al rol de algunos legisladores al momento de votar leyes impulsadas por el gobierno de Mauricio Macri, fue mientras hablaba sobre el nivel de endeudamiento que tomó el gobierno y las leyes vinculadas al pago a los fondos buitre, en ese momento enlazó con la aprobación de los pliegos de los jueces de la Corte Suprema Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti.
“Ya que quieren autocrítica, me hago la autocrítica de que mi sector político el frente para la victoria, no todo porque en nuestro bloque en Diputados no fue así, no ha estado a la altura de las circunstancias en lo que hace a votar leyes que han perjudicado al pueblo”, y sostuvo que, “alguien va a tener que dar cuenta de las consecuencias que tendrán decisiones como la llamada reparación histórica de los jubilados o la toma de deuda, que fueron aprobadas en el Congreso con el apoyo de sectores del peronismo”. Cuando le preguntaron a quiénes se refería, evitó dar nombres, “Me refiero a una parte, no estuvieron a la altura de las circunstancias y no estuvieron a la altura del contrato electoral que ellos firmaron”.
Tras la entrevista, que duró algo más de una hora y media, Cristina subió a una tarima instalada en la puerta del Instituto Patria y se dirigió a una empapada multitud que había seguido el reportaje por las pantallas gigantes instaladas a tal fin. Cristina repitió aquella vieja costumbrede hablarle a “su” militancia luego de los discursos, en mensajes no muy extensos pero con un alto voltaje de bajada política. Esta vez arengó a los militantes para que a la hora de hablar de política que sean “55 minutos de los problemas de la gente y solo 5 de algún dirigente”
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