
De la Redacción de Contrapoder –
“Los peronistas no son ni buenos ni malos, son incorregibles”, supo decir un día Jorge Luis Borges. Y tenía razón. Los peronistas son peronistas. Ni de izquierda ni de derecha, “ni yankis ni marxistas”, son peronistas. “La tercera vía”, decía el General. Cuesta entenderlos, pero cuando uno los entiende, invariablemente debe decir “que bueno que existan los peronistas”.
El gobierno de “Tincho” Ascúa es mucho más tímido que un gobierno peronista clásico, practica peronismo sin estridencias, sin confrontación, es un peronismo completamente atípico, cuasi híbrido, pero, al menos hasta aquí, uno no puede menos que declararlo peronista. Hasta ahora por las pequeñas cosas, pero esas pequeñas cosas son peronistas.
Hoy debutan dos actividades gratuitas para dos de los colectivos más despreciados durante las últimas dos décadas de gobiernos conservadores, los niños y los viejos. Para los chicos serán dos semanas de clases de apoyo, gratuitas, para reforzar conceptos antes del inicio del año lectivo; para sus abuelos dos meses de colonia de vacaciones, también gratuita, con pileta incluida en el Oasis Green.
¿Pensará el gobierno municipal en extender esos beneficios a todo el año?, esperemos que sí, por lo pronto lo que se anuncia es esto, y uno, que reclama estas cosas desde que tiene uso de razón, no puede menos que aplaudirlas.
¿Es una inversión tremenda?, no, es mínima, pero ocurre que antes también era una inversión mínima, y sin embargo no se hacía. Tal vez no se hacía por desidia, tal vez porque los radicales no son capaces de pensar en un Estado que ofrezca cosas necesarias a quienes no tienen nada, o tienen poco.
¿Falta?, claro que falta, falta todo, el gobierno recién empieza y no hay nadie ahí adentro con experiencia de gestión, ni siquiera alcanza lo que se ve hasta la fecha como para un primer análisis del gobierno; ahora, por algo había que empezar, y esos “algos”, hasta ahora parecieran cumplir sobradamente con las expectativas del pueblo peronista.
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