
De la Redacción de Contrapoder –
Tras un escrache realizado en el comedor de la empresa por los trabajadores despedidos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, a las dos personas que los habían echado, Eduardo Feinmann intentó, sin éxito, entrampar a una delegada gremial que había participado de la protesta. Con toda la tranquilidad del mundo la ex funcionaria le explicó la situación al deleznable periodista como si fuese un nene, dejándolo varias veces al borde del ridículo.
El hecho se había dado ayer, cuando ingresaron al comedor del Instituto la jefa de Personal, Verónica Fernández, y el gerente de Recursos Humanos, Ernesto Luna; ambos encargados de realizar los 258 despidos ordenados por el gobierno que fueron el motivo que disparó el conflicto. Yamila Matón, licenciada en comunicación y delegada de ATE refutó una por una cada provocación del operador mediático sin entrar en el juego de la tirantez que se le proponía.
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