“Yo considero que en el recinto (del Concejo Deliberante), y dentro de todo el municipio, si hay algo que NO tenemos que hacer es política, porque nosotros estamos representando al pueblo, no estamos representando a un partido político”.Fueron los insólitos dichos de la concejal de ECO-Cambiemos Ana Miño, anoche en el programa Ayer y Hoy.
La declaración ocurrió ante la mirada atónita del periodistaIgnacio Villanueva, quien intentó sin éxito que la concejal Miño entrara en razón con, tal vez, algún exceso de “caballerosidad”, para no hacerle pasar un papelón frente a la audiencia y a su colega, el concejal justicialista Diego Figueredo, quien también optó por el “caballeroso” silencio.
Es gravísimo que una concejal, profesional de cuarenta y pico, no sea capaz de entender que SÍ entró a la política para hacer política y para ninguna otra cosa más. ¿De no hacer política que deberían hacer los políticos, negocios?Evidentemente Ana no sabe que ella hace política cuando enseña, hace política cuando presenta un formulario en la DGI, hace política cada mañana cuando abre la puerta de la Municipalidad, hace política cuando presenta un proyecto y también la hace cuando va a un medio de comunicación.
También es gravísimo que Ana Miño no sepa que SÍ está en el Concejo Deliberante en representación de un partido político, que ese partido se llama Proyecto Corrientes, es presidido por el vicegobernador de la provincia, y que fue la herramienta para poder convertirse en legisladora. Tal vez el hecho de haber pasado por tantos partidos, algunos con concepciones políticas (y hasta filosóficas) completamente antagónicas, le hayan hecho perder el sentido de la realidad.
Pero alguien que ocupa una banca de concejal no puede desconocer que postularse fue un hecho político, que haber sido elegida fue un hecho político y que cada cosa que hace en el CD es un hecho político. Los partidos políticos tienen la exclusividad de designar concejales que los representen, por lo tanto ni siquiera está en discusión si ella representa o no a un partido político, claro que lo representa.
Y la negación de la política no fue lo único vergonzante, Miño también mostró desconocer los roles que tienen los diferentes bloques de un cuerpo deliberativo, ella es opositora y está ahí para hacer oposición, en cambio Figueredo es oficialista, y por lo tanto está ahí para apoyar al gobierno. Eso es el ABC de la política, es algo que un legislador no puede desconocer, y la discusión, justamente partió de ahí, cuando la concejal opositora le reclamaba, de manera insólita, al oficialista que este acompañara los reclamos de la oposición.
“No corresponde que el oficialismo se quede callado en cuestiones que antes (cuando era oposición) reclamaba”,reprochó la desorientada concejal, y agregó “son los primeros que tienen que salir a pedir, ¿por que antes lo hacían y ahora no?,y cerró afirmando que, “Tenemos que despojarnos de defender el color político, y ‘porque yo soy oficialista tengo que defender (al gobierno)'”.
Hasta un niño de primaria podría responderle a la concejal que las cosas que hacen los opositores son las opuestas a las que hacen los oficialistas.
Lo que dejó claro Ana anoche es que desconoce completamente el significado de la palabra “política”, y lejos de aceptar que no lo conoce hace lo peor, tergiversa roles, niega la política, pretende esconderla y la presenta como algo malo o poco digno. Y eso debería ser punido de alguna manera, porque cuando un funcionario público va a un medio de comunicación lo hace para rendir cuentas a la comunidad.
Que un legislador vaya a un medio de comunicación a decir tonterías es de una irresponsabilidad supina. A los ojos de quienes conocemos de política quedan como tontos, pero a los ojos de quienes no saben aparecen como esclarecedores de lo desconocido, y terminan instalando conceptos equivocados que no hacen más que desprestigiar aun más a la política.
Al igual que los periodistas, al concurrir a un medio de comunicación, un político está haciendo docencia, por eso es imprescindible que piensen y que se instruyan antes de hablar públicamente. A los periodistas se nos reclama (y a veces se nos demanda) que cuando nos equivocamos nos retractemos y pidamos disculpas; sería bueno que Ana se retractara de lo que dijo anoche, y que pidiera disculpas por desconocer el precepto básico del cargo para el que se postuló y por el que cobra un muy buen sueldo cada mes.
Nota: Para evitar que se acuse a Contrapoder de “sacar de contexto” las declaraciones de la concejal, aportamos aquí también el programa completo de Ignacio Villanueva.
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