
De la Redacción de Contrapoder –
El macrismo logró que Claudio Bonadío procesara a Cristina Kirchner y funcionarios de su gobierno por haber operado en el mercado de dólar futuro. Desde ese momento, el Banco Central no volvió a utilizar esa común herramienta de política cambiaria. Luego de dos años y medio de inactividad, la autoridad monetaria se vio obligada a meterse en ese segmento para frenar la corrida cambiaria. Esto podría cambiar tres escenarios, el político, el económico y el judicial.
En octubre de 2015 Federico Pinedo y Mario Negri denunciaron al gobierno kirchnerista de poner en juego el patrimonio del Banco Central a través de comercialización de contratos en dólar futuro. Los legisladores de la alianza gobernante opinaron que la entidad mantenía bajos los precios pese a que era inminente una devaluación. El juez Claudio Bonadio decidió procesar y enviar a juicio oral a Cristina Kirchner, a su entonces ministro de Economía, Axel Kicillof y a quien era titular del BCRA, Alejandro Vanoli.
Hoy, luego de dos años y medio de inactividad, el Central salió a vender U$S 190 millones para bajar la cotización de mayo en el Mercado Abierto Electrónico. El organismo que preside Federico Sturzenegger ya había anunciado el viernes, cuando emitió un comunicado avisando: “El BCRA continuará operando con todas sus herramientas de intervención en el mercado de cambios. Estas operaciones podrán ser concertadas tanto al contado como a término”.
Hasta aquí Sturzenegger se había negado a comercializar futuros por la denuncia de Cambiemos a los funcionarios del gobierno anterior, por algo irrisorio, que siempre fue una política habitual del Central. Desde marzo, el BCRA gastó más de U$S 7.900 millones en intervenciones para calmar el dólar con el único instrumento que contaba: el contado. Si hubiera operado antes para bajar la tasa de futuros, podría haber sacrificado muchas menos reservas y tal vez la corrida cambiaria ya estaría superada.
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