De la Redacción de Contrapoder –
El bloque peronista que dirige Miguel Pichetto bajará hoy al recinto del Senado con la consigna de convertir en ley el proyecto de freno a los tarifazos que vino de Diputados con media sanción. Mauricio Macri buscó mediante un video lograr protagonismo en esta crisis, aunque lo único que logró fue hacer el ridículo y el gobierno no consiguió recuperar el dominio de la agenda, sino que va detrás de lo que le impone la oposición, que este miércoles llevará al recinto el proyecto aprobado en Diputados para modificar el esquema tarifario.
Mientras la bancada peronista debatía en el Congreso, el presidente recibía en la Casa Rosada al salteño Juan Carlos Romero, titular del bloque Federal, a su compañero de bancada Guillermo Pereyra (que había adelantado que aprobaría para luego desdecirse), y al santafesino Carlos Reutemann. Junto al presidente participaron de la reunión el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; y el senador oficialista Humberto Schiavoni.
Mientras se desarrollaba ese encuentro, los senadores que responden a Pichetto, más el santiagueño Gerardo Zamora se reunieron por su lado y acordaron “mayoritariamente avanzar con el proyecto que viene de la Cámara de Diputados”, según declararon voceros de esa bancada.
Con los votos del bloque peronista, los de Unidad Ciudadana y otros bloques menores la oposición se dispone a ratificar la media sanción de Diputados pues estarían más que asegurados los votos para derrotar al oficialismo. El proyecto aprobado en Diputados prevé que las tarifas se retrotraigan a noviembre de 2017 y que los aumentos no pueden superar el índice de variación salarial. Del lado de Cambiemos, no llegan a imponer el proyecto de rebaja del IVA en las facturas.
Pichetto había llamado hace dos semanas al oficialismo a presentar un proyecto alternativo en su afán de no confrontar con la derecha gobernante y de diferenciarse del kirchnerismo. Ante la carencia de una propuesta alternativa que le sirviera como excusa para volver a pactar con el macrismo, y frente al creciente deterioro de la imagen de Mauricio Macri, el rionegrino decidió cerrar su postura y, de no mediar ninguna $orpre$a o apriete de último momento, hoy se sentará en su banca y aportará los votos suficientes para convertir el proyecto en ley.
El correntino Carlos “Camau” Espínola finalmente anticipó que votaría el proyecto en general, y expondría sus diferencias durante el tratamiento en particular. Lo mismo harían dos de los otros tres senadores díscolos:
Dalmacio Mera y Guillermo Snopek aprobarían, mientras que Rodolfo Urtubey votaría en contra.
Más allá de alguna ausencia que pueda darse en el interbloque que conduce Miguel Pichetto -la de Carlos Menem, por ejemplo y tal vez el chubutense Alfredo Luenzo-, es seguro que al menos una veintena de votos aportará ese espacio. A los que se sumarán los 9 del bloque kirchnerista, dos de los tres santiagueños, los dos puntanos de Rodríguez Saa, más Fernando “Pino” Solanas y Magdalena Odarda. La suma da por lo menos 35, casi la mitad de los senadores. El oficialismo difícilmente llegue a reunir 30 votos, y este proyecto se aprueba por mayoría simple.
Macri respondió con la amenaza del veto presidencial si la norma es aprobada, para finalmente difundir un desopilante mensaje grabado en el que acusó a Cristina Fernández de Kirchner de fogonear la iniciativa, que en realidad fue impulsada por el Frente Renovador, pidió a los senadores que “no se sumen” a “las locuras” de la ex presidenta y, básicamente, le recomendó a la oposición que “haga oficialismo”. El cuestionado video solamente le sirvió a Macri para colgarse el mote de “Machirulo”, que probablemente lo acompañe durante el resto de su gestión.
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