
De la Redacción de Contrapoder –
A diferencia de los anteriores, el tercer paro general de la CGT contra del Gobierno de Mauricio Macri paralizó el país. En los discursos la central obrera exigió al Gobierno “sensibilidad” y en especial “respuestas” a sus demandas, sobresaliendo la frase de Juan Carlos Schmid, quien abrió la conferencia de prensa, al decir, “¿Saben para que paramos? para poder seguir trabajando…”, arengó el triunviro.
“En este mes se fueron del país 11 mil millones de dólares y sin paro. Entonces, ¿de quién es la responsabilidad? Yo les digo que los trabajadores hacemos patria hasta el día que paramos el país porque no nos resignamos al ajuste y planteamos correcciones al modelo y lo haremos hasta que se cambie porque lleva al pueblo al desastre”.
La adhesión del sector del transporte, superior al 90 por ciento en todo el país, resultó determinante para que el paro fuera exitoso, pese a todo, la CGT mostró sus dudas al no convocar a un acto central en el que pudieran hablarles a sus bases, en eso el triunvirato sigue en deuda con el pueblo, pues el Gobierno hubiera sentido más fuerte el impacto con la gente en la calle.
Carlos Acuña aseguró que el triunvirato fue siempre prudente y como tal apostó al diálogo “pero hoy recibimos agresiones desde el Poder Ejecutivo. Ellos se hacen los distraídos y es lo peor porque se creen sus propias mentiras”, dijo para advertir que “los dirigentes gremiales no hacemos parar a la gente sino que ellos paran porque están mal”.
Por su parte, Hector Daer advirtió que “desde diciembre de 2015 hasta hoy hubo una inflación del 95% y no son los trabajadores los culpables de ese proceso. Hay que recordar que impositivamente fueron favorecidos los sectores que más ganan y que más tienen, como el sector agropecuario y las mineras”, dijo para luego afirmar que el gobierno no combate la evasión y si a ello se le suma la devaluación, esos sectores tienen mayores ganancias porque se perjudica a la producción. “Al gobierno solo le preocupa el déficit fiscal porque solo le garantiza ganancias a la especulación financiera. Ese es un país que no queremos, queremos que cambie el modelo económico”, aseguró Daer con su tono más combativo.
La izquierda, en cambio, sí llevó adelante manifestaciones y protestas callejeras: una de ellas culminó con un acto al pie del tradicional Obelisco porteño, donde el dirigente gremial ferroviario Rubén “Pollo” Sobrero generó polémica al arengar a los militantes a “seguir empujando hasta que caiga el Gobierno”.
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