
De la Redacción de Contrapoder –
Anoche, mientras los presentes en el hall de entrada del teatro ND Ateneo salían del estupor pruducto del brutal ataque de un grupo paraestatal, conformado por sujetos que se hacían pasar por manifestantes anarquistas, el perito informático de la UTN Ariel Garbarz denunciaba ante las cámaras de C5N que dos minutos antes del ataque un vehículo de Gendarmería Nacional había pasado por el lugar.
La velada respondía a la presentación ante invitados especiales, del documental que intenta descorrer el velo de misterio en torno a la desaparición y muerte de Santiago Maldonado, justamente a manos de esa fuerza represiva. La proyección de la película estaba cruzada por la política, todos los invitados eran personalidades comprometidas con los Derechos Humanos, militantes, artistas y dirigentes de partidos que responden al campo nacional y popular.
Muchos de los presentes, incluso habían participado de la concentración que convocó a miles de militantes a la Plaza de Mayo, para homenajear justamente a Santiago, al cumplirse un año de su misteriosa aparición, flotando en el río Chubút a casi tres meses de haber desaparecido durante una brutal represión de Gendarmería contra la comunidad Mapuche.
De repente el caos, mientras los invitados esperaba el inicio de la proyección un grupo de encapuchados con mochilas se paró frente al teatro y arrojó objetos contundentes que hicieron estallar los vidrios del teatro. Todo esto en pleno microcentro porteño y sin que hubiera un solo policía en el lugar. La zona había sido liberada.
Dos minutos antes del ataque alguien logró captar la extraña presencia de esa “combi” de Gendarmería a la que con toda sagacidad aludía Garbarz tras el ataque. ¿Simple casualidad?; ¿un móvil de Gendarmería frente al cine donde se estrenaba un documental basado en el asesinato de un chico por la represión ilegal de efectivos de esa fuerza?; ¿la absoluta ausencia de policías en un lugar permanentemente vigilado también era casual?
En medio de la conmoción de los presentes y la persecución que protagonizaron Sergio Berni y un grupo de asistentes a la gala, las cámaras y los teléfonos de los testigos, tomaron imágenes de los atacantes. Y como ya ocurrió varias veces desde que gobierna el macrismo, las imágenes obtenidas revelan que los atacantes que perpetraron el atentado contra el ND Ateneo eran efectivos de civil que simulaban ser activistas anarcos, quienes “casualmente” minutos después fueron fotografiados también participando en la represión de manifestantes que se desconcentraban luego del acto en la Plaza de Mayo.
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