
Por Gabriel Link –
La Cámara Alta aprobó hoy por unanimidad (en general) los allanamientos a tres domicilios de la ex presidenta Cristina Fernández Kirchner solicitados por el Juez Claudio “Pistolero” Bonadío. Con 66 votos a favor el dictamen quedó aprobado, y apenas “pide” al juez que “cuide el derecho a la intimidad” de la ex presidenta. El voto de la Cámara alta se dividió en el artículo 2, cuando se pusieron a consideración las condiciones de resguardo de la privacidad que había solicitado Cristina. Una vez más Miguel Pichetto y su peronismo “dialoguista” traicionaron a sus votantes, dejando a la ex mandataria a merced de su persecutor.
Desde un principio se notó la tirantez reinante entre el FpV y los “federales”, más que nada se veía la angustia en el semblante de CFK. Incluso la senadora María Inés Pilatti Vergara (quien mandó a Bonadío a “escanearse la cabeza”), exteriorizó lo que ya todos imaginábamos, tratando de “traidores” a quienes no acompañaran a la ex presidenta. “Los compañeros con los que compartimos bloque, pueden tratar de justificar su accionar, de quedar bien con las señoras gordas que se pronunciaban anoche frente al Congreso. Pero en el barrio eso se llama traición, y de la traición no se vuelve”, les recordó la chaqueña.
Ese segundo artículo fue el único que dividió las aguas y dio el triunfo a un oficialismo que se mostró durante toda la sesión sediento de sangre. Esa votación terminó con 47 votos a favor y 20 en contra, dado que una porción de la oposición apoyaba la redacción alternativa que proponía Cristina, donde se le indicaba a Bonadio que debería evitar filmaciones y fotografías, resguardar los objetos personales de la ex mandataria y garantizar la presencia de algunos senadores y de los abogados de la ex presidenta.
Los 19 legisladores que acompañaron a Cristina en el rechazo del artículo por no contener esos cambios fueron los ocho de su bloque (Marcelo Fuentes, Nancy González, María de los Ángeles Sacnun, María Inés Pilatti Vergara, Anabel Fernández Sagasti, Ana Almirón, Ana María Inanni y Silvina García Larraburu); ocho senadores del interbloque peronista Argentina Federal (Cristina López Valverde, Julio Catalán Magni y José “Nato” Ojeda, Omar Perotti, Mario Pais, Inés Blas, José Alperovich y Beatriz Mirkin. Además, votaron en contra el puntano Adolfo Rodríguez Saá (Compromiso Federal), Magdalena Odarda y Fernando “Pino” Solanas (ambos del Frente Amplio-UNEN). El resto de los senadores de origen peronista se unieron a la traición de Miguel Pichetto eligiendo aprobar el show que planea preparar Bonadío para los allanamientos.
El rionegrino se pasó años defendiendo el derecho de Carlos Menem a ser candidato a senador a pesar de contar con sentencias firmes, porque “las garantías y libertades son de todas las personas y siempre he cuidado este tema. Lo hice con él cuando nadie lo defendía y era objeto de repudio del Gobierno anterior”, recordó el mismo Pichetto en su discurso de hoy, aunque a la hora de proteger a Cristina Kirchner volvió a elegir la traición.
Entre las condiciones solicitadas por Cristina estaba la de que no le fuera permitido al “Pistolero” el uso de cámaras en los allanamientos para impedir la clásica difusión de imágenes que se utilizan en los medios dominantes para humillar a quienes se convierten en víctimas políticas del macrismo. También que hubiera senadores presentes en los procedimientos y que se preservaran los objetos personales.
Durante su exposición, la senadora defendió esos pedidos al afirmar que le sobran motivos para desconfiar del uso circense de las imágenes que obtenga el juez. Cristina recordó en su discurso la fiesta mediática que hicieron con la filtración de escuchas ilegales con Oscar Parrilli, y subrayó también los informes televisivos de los últimos días en los que se mostraban imágenes de placares a los que les quitaron las puertas para decir que eran “bóvedas”, en una habitación de la inmobiliaria familiar, que por orden de Bonadío permanece clausurada desde el año 2015, cuando fue allanada brutalmente por el juez porteño con la policía Metropolitana de Mauricio Macri, a pesar de encontrarse en Río Gallegos. Pero Pichetto y una docena de rufianes de la política que crecieron a la sombra del kirchnerismo, hoy decidieron volver a dejarla sola.
Exclusivo: la bóveda que tendría Máximo en Santa Cruzhttps://t.co/S5CqKOV4Q0 pic.twitter.com/5no17jucX7
— A24.com (@A24COM) 20 de agosto de 2018
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