
De la redacción de Contrapoder –
El informe judicial elevado por Claudio Bonadio dejó clara la arbitraria maniobra que decidió implementar el “Pistolero” para dejar afuera de la investigación de la causa de las fotocopias de Centeno a Mauricio Macri y otros empresarios poderosos. En el informe, publicado por el Centro de Información Judicial, delimitó la investigación al período que va desde el año 2008 hasta el 2015. La fecha que no es casual, ya que de ese modo deja afuera de la investigación al presidente, quien “dice” haber vendido en 2007, cuando asumió como Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la empresa IECSA a Ángelo Calcaterra.
Por otro lado, testimonios clave, como los de Uberti y Wagner, quedarían también afuera de la megacausa. El ex presidente de la Cámara Argentina de la Construcción había mencionado a varias empresas que entregaron coimas y sus declaraciones podrían salpicar incluso a la familia del Presidente. Esta decisión además pone en dudas el valor que tendrá ahora la declaración de Claudio Uberti, el ex funcionario de Néstor Kirchner que fue echado por el entonces presidente en 2007, tras el escándalo de la valija de Antonini Wilson.
Uberti fue aceptado como arrepentido porque contó con muchos detalles un supuesto circuito de coimas pagadas por empresarios previo a su salida del Gobierno, pero al centrar la investigación en lo ocurrido recién a partir de 2008 ayudaría a Paolo Rocca, presidente de Techint, en su situación judicial, siendo el único dueño de una empresa involucrada en el pago de coimas que no fue citado a declarar.
Como en cada causa donde investiga al poder el mañoso magistrado sigue acomodando los hilos judiciales para amoldar la causa y que los empresarios poderosos no tengan costo judicial
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