
De la Redacción de Contrapoder –
Si bien la ley de administración financiera establece el 15 de septiembre como la fecha presentar el presupuesto desde el oficialismo interpretan que al caer sábado se puede presentar el día hábil posterior. Mientras tanto siguen las negociaciones con la intención de convencer a los gobernadores de ceder recursos de sus provincias para “compartir” el ajuste de 500.000 millones que plantea Nación por exigencias del FMI.
El Presidente les planteó la necesidad de aprobar el presupuesto para dar una señal al mundo, sin embargo varios gobernadores hicieron planteos sobre las necesidades de sus provincias y, aunque algunos directamente adelantaron que instruirán a sus legisladores para que lo rechacen, dijeron que la discusión debe darse en el Congreso.
Mauricio Macri tuvo su foto alrededor de una mesa con los gobernadores, supuesto requisito para ofrecer una imagen de gobernabilidad y capear la sexta tormenta. Con todo, el compromiso de los jefes provinciales sólo alcanzó para resaltar la voluntad de llegar a un presupuesto “equilibrado” pero aclararon que la discusión de todas maneras debe darse en el Congreso a partir de la semana que viene. Es decir, el Gobierno consiguió muy poco. En eso tuvieron que ver las diferencias que existieron entre los propios gobernadores peronistas, varios de los cuales se mostraron en contra de apoyar la sanción.
“Hay algunos que parecen más cerca de Macri que de Perón”, explotó el pampeano Carlos Verna frente a los micrófonos. El pampeano no se bajó de la línea dura que mantiene frente a la gestión de Cambiemos. “No vamos a votar un Presupuesto con ajuste. La irresponsabilidad no es votar un presupuesto, la irresponsabilidad fue del Gobierno por ir al Fondo Monetario Internacional. Yo no tomé esa decisión, la tomó el Gobierno sin preguntarnos”, avisó.
Por su parte, el puntano Alberto Rodríguez Saá fue por el mismo camino, siendo uno de los más duros desde el principio. A las quejas se les sumaron el formoseño Gildo Insfrán y el santiagueño Gerardo Zamora. Uno de sus planteos era que ellos adelantaran el apoyo a un Presupuesto que el Gobierno ni siquiera había presentado y que debían ser los funcionarios de Cambiemos quienes tenían ir a poner la cara en el Congreso para defender el ajuste del que eran responsables.
No estuvieron presentes el peronista entrerriano Gustavo Bordet –de viaje– ni el socialista santafesino Miguel Lifschitz, quien también adelantó su rechazo al Presupuesto. Y en las pocas cuadras del CFI a la Casa Rosada cambiaron de rumbo Rodríguez Saá, Alicia Kirchner y el propio Verna, quien adujo que tenía que hacer una visita al médico. Finalmente, Macri se reunió con solo 19 de los esperados 24 gobernadores.
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