
De la Redacción de Contrapoder –
Este viernes, el Gobierno oficializó el aumento de diciembre para el sector pasivo, será del 7,78%, con lo que el
acumulado anual resulta en una suba de apenas el 28,8% para los castigados haberes jubilatorios. Casi 20 puntos por debajo de la inflación anual prevista para este año, que estará por encima del 45%.
A esa triste realidad hay que agregarle la noticia conocida ayer, cuando el titular de la ANSES, Emilio Basavilbaso anunció “No hay bono para los jubilados. Estamos monitoreando la situación social en forma permanente, pero no está previsto un bono de fin de año”. El funcionario dijo que el Estado no tiene plata para agregarle una ayuda extra al vapuleado sector.
Con la aprobación en el Congreso de la reforma previsional, también llamada, “saqueo a los jubilados”; reordada por el impresionante operativo represivo en las inmediaciones del Congreso y la traición de varios legisladores peronistas; desde el 1° de marzo de 2018 la movilidad se determina 70/30, es decir 70% por las variaciones del índice de Precios al Consumidor Nacional elaborado por el INDEC, y en un 30% por el coeficiente que surja de la variación de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE).
Así fue que desde ese momento los jubilados nunca dejaron de perder frente a la inflación. Tras un primer trimestre de 6,6% de inflación acumulada, los jubilados vieron un incremento del 5,71%, con lo que quedaron levemente por detrás de los precios. La diferencia se amplió en junio, cuando el IPC acumulado llegó a 15,96%, mientras que las jubilaciones subieron solo un 11,74%. A partir de allí, la diferencia fue desastrosa. La aceleración de la inflación, producida por la corrida del dólar y la estampida de precios provocó que en el aumento de septiembre, la brecha ascendiera a 13 puntos, pues la inflación ya superaba el 32%, mientras que a los jubulados apenas les daban el 6,7% de aumento, alcanzando un acumulado del 19%, lo que ya significaba una pérdida del 13% frente a la inflación, brecha ésta que podría alcanzar alrededor del 20% cuando se anuncie la inflación anual.
La movilidad comprende a 7 millones de jubilados y pensionados, 1,5 millones de Pensiones No Contributivas y Pensiones Universales para el Adulto Mayor, 4 millones de Asignaciones Universales por Hijo, y más de 5 millones de asignaciones familiares. Con lo cual, más de 17 millones de personas se vieron perjudicadas con el cambio de fórmula de diciembre pasado, aunque todos recuerdan al presidente, cuando anunció que gracias a la nueva forma de calcular los incrementos: “Todos los jubilados van a ajustar sus ingresos por arriba de la inflación”
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