
De la Redacción de Contrapoder –
El hombre más rico de la Argentina, Paolo Rocca, fue procesado por asociación ilícita y cohecho a raíz de los supuestos pagos de su empresa para que el gobierno argentino realizara gestiones ante su par de Venezuela con el objeto de lograr una indemnización por la nacionalización de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), empresa del grupo Techint.
Además, le trabaron embargo por 4 mil millones de pesos. Los principales ejecutivos de la compañía, Luiz Betnaza y Héctor Zavaleta, ya habían admitido que hicieron los pagos y dijeron que el dinero fue recibido por el ex funcionario Roberto Baratta. El juez Claudio Bonadio no le creyó a Rocca que no estuviera al tanto de la salida de millones de pesos de sus empresas y por eso lo procesó.
Sin embargo, en su declaración, Baratta afirmó que nunca recibió nada y que todo indica que Betnaza y Zavaleta estafaron a su propia empresa. Otro funcionario, Claudio Uberti, que se ocupó de negociar en Venezuela, declaró como arrepentido y dijo que Techint empezó a pagar mucho antes, en 2006, y que él llevó el dinero a la Casa Rosada, algo que es imposible de comprobar.
Distinto fue el criterio con el empresario amigo del presidente, Marcelo Mindlin, de Pampa Energía. El juez le dictó la falta de mérito porque asegura que no hay pruebas de que Mindlin haya pagado alguna coima. Como en otros casos, el relato del chofer Oscar Centeno es más que dudoso al mencionar una visita al edificio donde funcionaba Pampa.
El procesamiento de Rocca es un golpe fuerte para el empresario ya que su empresa, Techint, está siendo investigada en Italia, en Brasil y en Estados Unidos por haber pagado coimas. La multinacional argentina juega en las grandes ligas de la fabricación de los tubos sin costura para la industria petrolera y siempre está en la mirada voraz de los competidores norteamericanos y chinos.
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