De la Redacción de Contrapoder –
El Juez Federal de Rawson, Gustavo Lleral, decidió hoy sobreseer a Emmanuel Echazú, el gendarme apuntado por haber asesinado a Santiago Maldonado durante la represión de Gendarmería en Cushamen, y cerrar la causa. “Los hechos que se presentaron en el presente caso no constituyen delito”, afirmó el magistrado al dar por cerrada la investigación. Al absolver al único imputado sostuvo que “nadie fue penalmente responsable” por el crimen.
Para Lleral no hay ningún responsable por la muerte de Santiago, a pesar de que él mismo reconoce que falleció mientras escapaba. “Los hechos que se presentaron en el presente caso no constituyen delito. Nadie forzó la desaparición de Santiago. Nadie resultó señalado por la prueba que se colectó, como autor de aquella hipótesis delictiva. Nadie fue penalmente responsable de su muerte”, plantea la sentencia emitida hoy.
Echazú siempre fue defendido y hasta celebrado por el gobierno de Macri, a pesar de estar señalado como el principal sospechoso de la muerte del joven que luego de estar tres meses desaparecido, apareció “misteriosamente” en un lugar que ya había sido revisado seis veces durante su búsqueda. Sin embargo, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, desafiando una vez más al sentido común, lo ascendió a alférez a principios de este año.
El gendarme había quedado imputado por la muerte de Maldonado luego de presentarse espontáneamente ante el juez por considerarse sospechado. Durante la brutal represión, había sido herido con una piedra en el rostro. Su relato sobre la represión fue muy inconsistente, y la querella siempre afirmó que escondía detalles.
Al narrar cómo cree que fue la muerte de Santiago, el juez habla en términos absolutos. “La verdad se mostró sencilla, sin fascinaciones. Santiago estaba en el lugar donde lo vieron por última vez. Allí, el sólo, sin que nadie lo notara, se hundió”, indicó el magistrado. En un breve relato asegura que el deceso se produjo por una “sumatoria de incidencias” las que terminaron con la vida del joven.
“La desesperación, la adrenalina y la excitación naturalmente provocadas por la huida; la profundidad del pozo, el espeso ramaje y raíces cruzadas en el fondo; el agua fría, helada humedeció su ropa y su calzado hasta llegar a su cuerpo. Esa sumatoria de incidencias contribuyó a que se hundiera y a que le fuera imposible flotar, a que ni siquiera pudiera emerger para tomar alguna bocanada de oxígeno. Por la confluencia de esas simples y naturales realidades, inevitables en ese preciso y fatídico instante de soledad, sus funciones vitales esenciales se paralizaron”, indica la sentencia. Luego, Lleral asegura: “La verdad es esa”.
El fallo asegura que se pudo “dar con la verdad que rodeó la desaparición y fallecimiento de Maldonado” y apunta contra todos los que reclamaron Justicia con una versión distinta a la suya. El juez habló de ciertos intentos de “presentar los hechos de un modo absurdamente diverso a su esencia”. “Negarse a ver al realidad es materializar lo absurdo y vivir en la mentira”, insistió al sostener su inflexible postura.
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