
De la Redacción de Contrapoder –
Los gritos de reprobación de los bloques opositores y los aplausos del oficialismo resaltaron la grieta, en ese contexto Mauricio Macri abrió el año legislativo con un discurso plagado de mentiras y ni un poco de arrepentimiento por el desastre social que generaron sus políticas en todo el país. Habló de 2.800 km de autopistas hechas, de un país en crecimiento, con la inflación y la pobreza a la baja, y la creación de 700.000 puestos de trabajo. ¿De que país hablaba Macri?
Dos cuestiones se destacan del discurso presidencial, la ausencia absoluta de una descripción real sobre la miseria que crece a pasos agigantados en el país y un número de furcios fuera de lo común, a pesar de que, como siempre el discurso fue leído.
Macri hasta le echó la culpa a “la causa de los cuadernos” por la crisis económica, mencionándola entre los factores que provocaron la profunda recesión que vive la Argentina. También volvió a hacer permanentemente responsable al gobierno anterior del atraso y de una realidad dramática que desde 2015 es cada día peor. Lo curioso es que lo hizo en su último mensaje de apertura, es decir, tras casi tres años y medio de gobernar el país
Mostrando un nervioso enojo en varios pasajes, el Presidente puso énfasis en la política internacional de su gestión, alineada a Estados Unidos en relación a Venezuela. Se tomó unos segundos para reconocer a Juan Guaidó como mandatario bolivariano y luego remarcó las exportaciones concretadas con algunos países en el último tiempo.
En algunos de los momentos más álgidos de la mañana destacó la velocidad con la que pueden hacerse trámites y la posibilidad de conectarse a internet que hay en algunas escuelas alejadas de los centros urbanos. De fondo se podía escuchar a algún legislador gritando que al mismo tiempo le habían sacado las netbooks a los alumnos de menos ingresos. Finalmente, llamó a concretar “acuerdos en serio” para conseguir “un país para todos”.
“Veo chicos que merecen que sigamos con esta transformación”; atinó a leer y hasta se refirió a las Pymes (“que abren y dan empleo”) y el presunto avance que viven, pese a que cada día cierran más empresas en todas partes del país.
El cierre, después de decir que forma parte de la “generación que hizo lo que nunca se había hecho” fue entre aplausos de Cambiemos y gritos de “¡cínico!” que estallaron desde los bloques opositores.
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