Por Mariano Cuparo Ortiz –
En las últimas 12 jornadas hábiles, el Banco Central bajó 11 puntos la tasa de política monetaria. Se trata de un recorte récord del tipo de interés de referencia, que lo llevó desde el 63% que ofrecía a los bancos el 19 de diciembre hasta el 52% del último viernes. La velocidad fue muy superior a la de la primaverita financiera del verano pasado, cuando entre el 14 de noviembre y el 1 de febrero, el triple de tiempo, el entonces presidente del BCRA, Guido Sandleris, la llevó desde 63,3% hasta 52,4%. El presidente actual, Miguel Pesce, se autoimpuso una nueva prioridad para su política monetaria: reactivar la economía.
La experiencia de Sandleris a esta altura del 2019 terminó con una suba del dólar del 19%, entre el 1 de febrero y el 29 de abril, cuando el FMI le permitió al Central usar las reservas. El recorte de la gestión de Federico Sturzenegger a principios del 2018, luego del recordado 28D, ocurrió en 11 días y fue de apenas 5,3%. También a mediados del 2016 ensayó uno de 12,3% en 15 jornadas.
Esta vez es diferente: la existencia del cepo cambiario baja los costos de una posible salida de los depósitos hacia el dólar. En este caso los ahorristas tendrían que ir al paralelo, con un potencial impacto inflacionario, aunque menor respecto a las apreciaciones del oficial. Y no impacta sobre las reservas.
El ex subsecretario de Programación Macro de la gestión Cambiemos, Luciano Cohan, destacó que la veloz baja en la tasa la llevó a niveles negativos. Sostuvo que su medición de alta frecuencia de la inflación de enero muestra que los alimentos fueron por encima del 4% en 10 días.
El REM de diciembre mostró que el promedio de los consultores y bancos de la city esperan un IPC de 3,8% en enero. La tasa Badlar informada por el Central el viernes pasado ronda el 3,2%. Es negativa. Pero el 10 de diciembre no era demasiado distinto: con una inflación esperada de 4,2% en el cierre del año (el dato oficial se publica este jueves), la tasa Badlar rondaba el 3,5%. También era negativa. Lo cierto es que si la inflación está por encima del 4% este mes, eso se habrá profundizado. En noviembre había un virtual empate. Entre analistas aseguran que los bancos, previsores, se adelantaron en la previa a la rebaja de la tasa.
Lo que sí está claro es que el BCRA apuesta a un rápido recorte para incentivar al crédito, por un lado, y al consumo por otro. Ese segundo mecanismo aparecería a partir de la dificultad para ahorrar: con tasa negativa para los depósitos y dólar caro por el impuesto a la fuga, el consumo y la inversión en ladrillos aparecen como las únicas opciones.
El director asociado de Econviews, Miguel Zielonka, dijo a BAE Negocios: “Nuestra proyección de inflación es de 45% para este año. Hoy renovar un plazo fijo hasta diciembre, incluyendo la capitalización, da una tasa de 40%. Me parece que están haciendo las cosas a demasiada velocidad. Entiendo que el nivel de tasas anterior era muy alto en términos reales. Era pre cepo y buscaba evitar la dolarización. Hoy representa un costo menor y no digo que esté mal, pero es peligroso; no ahora, pero sí en febrero, cuando la demanda estacional de pesos baje. Además del recorte de tasas, están poniendo un tope a las Leliq y en realidad los bancos están recibiendo el 46,5% vía Pases”.
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