
En medio de la disputa con el Poder Judicial por el traspaso de la Justicia Nacional a la Ciudad, el gobierno redobla la apuesta y avanza con uno de los privilegios del sector, 45 días de vacaciones al año por las ferias judiciales que abarca todo enero y 15 días en julio.
“Hay que debatir cómo darle agilidad a la Justicia y que la rueda judicial no se deje de mover, generando un grave perjuicio para los ciudadanos. Se plantea discutir cómo podemos hacer para que fiscalías y juzgados no permanezcan cerrados al público tantos días”, aseguró el ministro de Justicia Germán Garavano al diario La Nación.
El funcionario lleva así al gobierno su agenda de Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia (Fores), la organización que integra y que dio su apoyo a la última dictadura.
Según la organización, la feria judicial implica una interrupción del 18,36% del tiempo anual de la justicia, y explica que “el sistema de Justicia funciona sólo 190 días al año”.
La decisión dependerá de la Corte Suprema y del ministerio Público Fiscal, ya que un cambio de este tipo no puede ser tomado por el Ejecutivo.
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