
Primero le sucedió en Río de Janeiro a una pareja argentina, les clonaron la tarjeta de débito en un local comercial de Ipanema, Río de Janeiro, y le robaron $12.500 bajo la modalidad “hormiga”. Recién se dieron cuenta de la estafa cuando regresaron a Buenos Aires. Hoy se conoció el caso de otra turista argentina, que fue víctima de la misma modalidad de estafa en el país vecino Un desconocido realizó dos extracciones de dinero de su cuenta por 5000 pesos.
Los testimonios de al menos una pareja de La Plata y una mujer de Ensenada dan cuenta de que el problema no es algo aislado y que se está convirtiendo en un tema que las autoridades y los bancos deberán resolver.
La pareja platense cree que fue víctima de la estafa en un local gastronómico en Ipanema, Río de Janeiro, donde habrían clonado su tarjeta de débito para luego robarles 2.500 reales bajo la modalidad “robo hormiga”, en la primera mitad de enero. “Solamente dos veces usamos la tarjeta. La primera, en un restorán de categoría, y la segunda en otro local más económico. Fue ahí donde tuvimos el problema”, explicó el hombre afectado durante sus vacaciones.
“Fueron retirando por cajero automático 500 reales por día, que es lo máximo permitido, cinco veces”, aseguró el damnificado. La suma robada por los estafadores brasileños fue de 12.500 pesos.
La pareja se dio cuenta de la estafa recién cuando regresaron a Buenos Aires. Cuando usaron el plástico para pagar en La Plata, quedó asentado automáticamente que esa tarjeta ya se estaba usando en Argentina y los brasileños ya no pudieron seguir con su labor. Sin embargo, a los pocos minutos “alguien intentó hacer una nueva extracción desde la localidad de Suzano, en San Pablo. Ahí se dieron cuenta de lo que pasaba desde la dirección de Fraudes Financieros”, argumentó el hombre.
Ante esta situación, la tarjeta fue bloqueada para evitar nuevos robos. Consultando al home banking establecieron cuándo se habían hecho las extracciones.
El segundo caso dado a conocer e el día de hoy remite a una mujer de la ciudad de Ensenada, “Nos fuimos de vacaciones a Río de Janeiro por 15 días desde el 5 de enero hasta el 20. El 5 usé la tarjeta de débito para retirar dinero, pagar el super, pagar la cuenta en un restaurante y algunas cosas más y no la volví a usar. El 8 cuando me fije tenía dos extracciones: una de 4100 y otra de 600 que no eran mías”, afirmó.
De acuerdo con esto, llamó a la banco para hacer la denuncia por las extracciones y pedir que le suspendan la tarjeta. Frente a esto la entidad inició una investigación según la cual “las transacciones se realizaron correctamente” y se negó a hacerse cargo de la pérdida.
La respuesta del banco (Santander Río) enfureció a la joven, puesto que “en los cajeros hay cámaras de seguridad. Podrían ver fácilmente que alguna persona que no soy yo sacó dinero de mi cuenta. Los datos del lugar y la hora están en el registro” agregó, asegurando que acudiría a Defensa del Consumidor, “porque no me pueden culpar a mi por un robo a través de los servicios que ofrece el banco”.
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