
En la empresa admiten atravesar un momento crítico por la coyuntura climática y económica del país. Desde el gremio cuestionan al directorio y advierten sobre el futuro de la firma.
“Fuentes allegadas a la firma dejaron trascender que habrá una reducción de 1.200 puestos de trabajo, medida que abarca a todas las sedes del país. En total, en la actualidad son 4.700 los empleados propios de SanCor cuyos trabajos peligran, además de los de unos 1.400 productores lecheros asociados a la cooperativa”. Este era el copete de una nota publicada por “El Diario”, de Villa María, Córdoba en mayo pasado alertando sobre 1200 posibles despidos.
Y por más que los dos diarios más importantes no publican la noticia, la misma se hace conocer a través de medios más pequeños, pero preocupa de la misma manera. Hoy, el Secretario General de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera, Héctor Luis Ponce, hizo trascender que solicitó a la empresa que informe a la entidad que conduce su situación financiera, debido a que tienen información que muestra que la compañía “está comprometida en su continuidad en el corto plazo”.
En una carta enviada a Gustavo Ferrero, el presidente de la Cooperativa SanCor, Ponce le exige que revele “la verdadera situación de la empresa y se exponga con claridad cuál es el plan y los fundamentos técnicos para sacarla adelante”.
“La mala o incorrecta utilización de los recursos y/o herramientas de los que disponía la empresa para lograr su sustentabilidad, hicieron que para financiar los desajustes presupuestarios la Cooperativa debiera desprenderse de algunos de los activos más importantes de su portfolio de negocios. El último, el negocio de los productos frescos”, sostiene.
A esta situación los trabajadores entienden que los importes recibidos por esas ventas o alianzas, como en el caso de la leche maternizada, nunca fueron aprovechados para encarar una reestructuración empresaria y financiera seria que permitiera a la Cooperativa encarar el futuro con cierta previsibilidad. Aseguró el titular de ATILRA.
SanCor vendió parte de su cadena productora y de comercialización a la aceitera Vicentín, una mala decisión según Ponce. En la actualidad, la compañía emplea a 4000 trabajadores.
El gremialista aseguró que, para permitir la supervivencia de la compañía, en los meses pasados, los trabajadores aceptaron el cobro tardío de salarios, aportes y contribuciones.
“Los problemas estructurales se fueron agravando y hoy la empresa, con los datos limitados que tenemos y de acuerdo a nuestro criterio, se encuentra en un estado que nos hace vislumbrar que tiene muy seriamente comprometida su continuidad en el corto plazo”, afirmó Ponce en la carta.
En junio de 2016 la cooperativa aceptó una oferta del grupo agroindustrial Vicentín por la compra de su división de productos frescos (era la unidad de negocios más rentable de la compañía láctea), por 100 millones de dólares. La transacción incluyó a marcas propias como Shimy, Yogs, Flan casero, Primeros Sabores y Sublime
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