La lluvia, impiadosa e intensa durante el calentamiento previo y los primeros minutos del partido, dio un marco épico a la Supercopa argentina.Se vio a cada cual con su estilo, con la intensidad de una final y la ambición de dos conjuntos que quieren seguir dando vueltas olímpicas. Y allí salió Lanús, dispuesto a sacar provecho de sus jugadores con rapidez, sobre todo por las bandas, en un terreno en el que la pelota tomaba mayor velocidad tras el diluvio. Y allí estaba River, con la idea de hacer su juego y de evitar que su rival se organizara, para lo cual priorizó la presión alta. Eso tenía, no obstante, una dificultad: el equipo no retrocedió bien varias veces, dejando huecos, en especial por la izquierda, donde Gonzalo Martínez no siente tanto el sube y baja como Mayada.

De todos modos, el fútbol, caprichoso a veces, generó los dos primeros festejos por el otro sector, en el segundo tiempo. El primero fue a los 24 minutos: una jugada que parecía diluirse cuando Alejandro Silva no logró controlar bien la pelota al desafiar a la defensa millonaria al borde del área, se convirtió en el prólogo ideal del zapatazo que sacó el tenaz Lautaro Acosta cuando el balón salió rebotado hacia adentro. El tiro viajó hacia el arco, lejos del alcance de Augusto Batalla, e ingresó acariciando la parte lateral de la red.

Once minutos más tarde, una mala salida de River por el mismo sector se convirtió en un contragolpe en el que Sand abandonó su posición de centrodelantero y se disfrazó de asistidor. Pasquini rompió líneas por el centro, puso la cabeza para cambiarle la dirección al balón y se fue al encuentro de Pepe. El propio Nº 9 granate sentenció el partido cuando faltaban 3 minutos, de penal, tras una falta a Acosta que fue centímetros afuera.

Mientras River estuvo en partido encontró en los pies de Ignacio Fernández precisión y paciencia para trasladar la pelota e intentar generar juego. No tuvo respaldo en Sebastián Driussi, Pity Martínez ni Rodrigo Mora, imprecisos. Y en el mejor momento de los millonarios, cuando más tenían la pelota, Lanús no los perdonó.

El resumen con los tres goles de Lanús