
Por Gabriel Link-
La tapa exculpatoria del diario Clarín de este lunes respecto de Macri en el caso de los Panamá Papers es un verdadero escándalo periodístico. La noticia, en letras de molde esconde un dato que no es menor. El beneficioso informe al que hace alusión el adláter de Jorge Lanata, Nicolás Wiñazki, en dicha nota fue realizado por funcionarios del propio gobierno.
“Panamá Papers: no hallan pruebas que vinculen a Macri con lavado de dinero”, reza el título de la nota escrita por el operador macrista. Hasta ahí, habla de una noticia relevante que deshecha los cuestionamientos al Presidente.
Pero en realidad, quien notifica a través de un informe que no hay vinculaciones entre Macri y los Panamá Papers es la Unidad de Información Financiera (UIF), organismo estatal dirigido por el ex funcionario del FMI Mariano Federici, y que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. es decir, un hombre del gobierno, nombrado por el presidente.
Si bien la UIF es el organismo estatal encargado del análisis, el tratamiento y la transmisión de información a los efectos de prevenir e impedir el lavado de activos provenientes de una serie de delitos graves, como el narcotráfico y el terrorismo, no es presisamente este organismo, dirigido por un hombre del presidente, el más calificado para investigar a ese mismo presidente que nombró a su titular. Seguramente no estaría en el ánimo de los legisladores que crearon la unidad la idea de que la corrupción en Argentina llegara a tal punto de tener que investigar por lavado al propio presidente de la nación.
¿Que le queda a Wiñazki después de esto, publicar un informe presentado por Socma que indique que los Macri son honestos?
En la web del “Gran Diario”, en tanto, el título no es capcioso y no deja lugar a dudas: “Panamá Papers: la UIF no encontró indicios de lavado contra Macri”.
Probablemente esté todo estudiado, probablemente Duran Barba haya demostrado que el título tamaño “catástrofe” en el diario de papel sirva para distraer, para que los incautos que lo leen al pasar en una parada de diarios y revistas, o en la mesa de un bar, o quienes escuchan los titulares en los noticieros de radio y televisión se queden con el mensaje dirigido y con eso alcance para generar la impresión de que “el presidente es inocente”. Aunque no lo sea, aunque eso no sirva para la justicia, aunque los medios con la mínima dósis de honestidad intelectual necesaria para ejercer el periodismo luego lo desmientan.
“Casualmente”, la nota de al lado del diario digital contiene un informe sobre la prostitución en Rusia. Sería bueno que un día de estos, en un rapto de decencia, “Nico” nos explicara, en primera persona, como es ejercer ese oficio en esta Argentina de Mauricio Macri.
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