El Gobierno intenta apretar aun más el cuello de las clases más bajas, analiza aumentar el IVA del 21 al 25 por ciento, lo cual encarecerá directamente el 100% de los productos. La medida forma parte de un paquete que incluye reducir las cargas patronales y eliminar el actual régimen de Ingresos Brutos.
La reforma fiscal se hace en base a un estudio realizado por la fundación FIEL, el think tank creado en los ’60 por la Bolsa de Comercio, la Sociedad Rural, la UIA y la Cámara de Comercio. El estudio proyecta reducir las contribuciones patronales y el impuesto al cheque que impuso Cavallo en 2001.
Asimismo, otro de los tributos que se busca eliminar o al menos reducir es el de Ingresos Brutos ya que consideran que es “el más distorsivo de todos los impuestos que se cobran el país y en el futuro hay que eliminarlo pero reemplazarlo por otro impuesto”.
Sin embargo, la polémica reforma trae un punto que seguramente traerá mucha discusión: el aumento del IVA. El impuesto, que hoy se ubica en el 21%, podría subir hasta el 25%, que se repartiría 20 puntos para la Nación y 5 puntos para las provincias.
De concretarse, el aumento del IVA llegaría meses después de que Nicolás Dujovne eliminó la devolución de 5 puntos del IVA para consumos por tarjeta de débito por que ya no tenía sentido. En ese sentido, para evitar una desbancarización se podría agregar un nuevo impuesto, sería a los depósitos en efectivo.
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