
Además, el gobierno proyecta promover una de ley de fomento a la industria nacional, junto a excenciones impositivas para sectores que se vieron afectados en cuanto al empleo.
Caso aparte es el transporte. Se sabe, la eficacia del paro depende en gran medida de que estos gremios estratégicos se adhieran. Según el diario La Nación el macrigatismo volverá a poner la “zanahoria” predilecta: adelanto de fondos de las obras sociales, algo que ya hizo en tiempos pasados. Asimismo, se les presentará el plan de infraestructura para el sector e intentarán convencerlos que es mucho mayor al de otro sectores.
Otra cuestión que incluye el plan “anti-huelga” es el de segmentar las reuniones y ya no tomar como principales interlocutores a los miembros del triunvirato. Según cuenta Página 12, el repudio de las bases a la dilatación del paro cayó mal en el Gobierno ya que los debilitó como representantes de los gremios con los cuales dialogar. Asimismo, buscarán endurecer hacia afuera el discurso contra los empresarios que violaron el pacto anti-despidos, de escaso resultado práctico.
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