Fin de las sonrisas: Canteros puso en riesgo la alianza ECO-Cambiemos y Camau puntea solo.

Por Gabriel Link –

La solicitada publicada ayer por el vicegobernador Gustavo Canteros, reclamando una interna para dirimir la candidatura de ECO-Cambiemos que buscará suceder a Colombi encendió una luz de alarma en el radicalismo gobernante que, ya debilitado por no poder contar con su principal figura política, podría perder ahora a su principal aliado y por añadidura a algunos de los restantes. Peteco opera en los medios, Flinta presiona desde adentro y Ricardo no le puede levantar la mano a nadie porque tiene las suyas manchadas. Mientras tanto todo ECO observa como crece Camau haciendo campaña solo.

Si hay algo que enfurezca más a Ricardo Colombi que el riesgo de perder una elección eso es que lo desafíen, y tras la solicitada publicada ayer por el vice, reclamando horizontalidad para la definición del candidato, cuentan que sus gritos se escuchaban desde afuera de la casa de gobierno. Dice la crónica de los “quinchos” capitalinos que un verdadero escándalo resultó de una reunión que mantenía Colombi con el senador Flinta y el ministro Vignolo en su despacho ayer a la mañana.

Es que el gobernador no acepta su pérdida de poder, y la solicitada del vice, aparecida en dos diarios de tirada provincial, demuestra que hoy a Ricardo se le anima cualquiera. El reclamo actuó como sal en una herida, el mercedeño no puede anunciar a su candidato en un momento en que su nombre aparece todos los días en los diarios nacionales y los canales de televisión asociado a bandas narcos, y entonces, fiel a su estilo Colombi buscó convertir su debilidad en fortaleza y mostrándose duro le sigue agregando misterio al anuncio de su sucesor. “No es momento” dice Colombi, dando a entender que gobernar es más importante que hacer campaña. Pero cada aparición pública de los aliados que reclaman el lugar deja en evidencia la indefinición del gobernador y pone al desnudo que, lejos de ser su fortaleza es su debilidad actual la que le impide señalar a uno.

“No hay que dar por el pito más de lo que el pito vale”, tiró Colombi ayer, en una de sus clásicas bravuconadas, cuando fue consultado sobre el reclamo público de Canteros. Ahí se notó su enojo, y ese es el lado flaco de Ricardo, se le nota el enojo. Claro, estando fuerte eso no tenía consecuencias, pero un pato rengo enojado es doblemente perjuicioso. Eso es lo que observan los radicales que quieren ponerse el traje y no les es permitido salir a la disputa, mientras Canteros sigue mostrándose y asume el rol de confrontar con Camau ellos solo la ven pasar y continúan en el mayor ostracismo electoral.

El gobernador es sin lugar a dudas el mejor armador político de los últimos tres lustros en una provincia que se caracteriza por un caudillismo político que no suele ser hereditario, Don Julio, Pocho, Tato y Ricardo son cuatro nombres propios que no requieren de apellidos para su identificación, cada uno de ellos representaron a su tiempo la concentración del poder total de la provincia, incluyendo el manejo de la justicia y de la legislatura, a veces insertando a sus hombres, a veces a fuerza de billetera, los cuatro manejaron la suma del poder en la provincia.

Sin embargo ninguno de ellos fue capaz de volcar el poder en un sucesor, ni siquiera los hermanos Romero Féris se pasaron la posta, Tato llegó al poder con su propio partido y absolutamente enfrentado a su hermano mayor, y no parece que esta vaya a ser la excepción. Nadie en las cercanías de Ricardo aparece iluminado naturalmente por las luces del poder. Por eso la demora en dar a conocer el candidato no se hace insoportable, porque en su entorno nadie descolla y entonces resulta fácil esconderlo.

Ricardo está golpeado, el narcoescándalo lo afectó inesperadamete, y pareciera seguir afectándolo cada vez que alguien levanta una piedra en cualquier lugar de la provincia. El gobernador se duerme cada noche preguntándose de que lo acusarán al día siguiente, no se lo ve cómodo, tal vez porque sus ladridos ya no parecen asustar a nadie. Hoy Colombi está en su peor momento, y no hay nada que haga pensar en una recuperación pronta de su poder de grito.

En ese sentido, la señal que tiró Canteros ayer podría abrir la caja de Pandora. Si Canteros reclama en voz alta también podría hacerlo el presidente de los diputados, Perucho Cassani, o cualquier otro que se sienta merecedor de la máxima candidatura provincial, la demora hasta puede hacer que Ingrid Jetter reviva su sueño de convertirse en la primera mujer en gobernar la provincia, tal vez eso no sea determinante a la hora de la decisión del candidato radical, pero sí puede serlo de cara al armado electoral, sobre todo frente a una elección en la que del otro lado hay un candidato fuerte, que ya está instalado y recorre plácidamente la provincia.

¿Es lo mismo ECO que la UCR?, evidentemente no. Por más que los radicales hayan gobernado 15 años de manera inconsulta y llevándose por delante a sus aliados sin que del barco saltara prácticamente nadie, los resentimientos generados por las actitudes patoteriles de un caudillo siempre se mantienen vigentes. Y esos resentimientos suelen ver la luz en los momentos de debilidad. Y hoy Ricardo está débil.

Ayer fue Canteros, quien dio a entender que si no entra a la competencia por ser el candidato de ECO lo será por su propio partido, ¿quien más pasará por esa puerta que abrió el vicegobernador?, es cuestión de sentarse a esperar. Eso sí, todos tienen claro que a Camau no le gana nadie si un sector importante se va de la alianza, y hoy, Gustavo Canteros es la figura política más fuerte que tiene ECO, dejarlo ir hacia otra construcción significaría la pérdida de un caudal de votos que el radicalismo no está en condiciones de derrochar. O sea, siguiendo con la metáfora del gobernador, la cuestión pasa por poner en valor cuanto vale el pito, y después ver cuanto hay que dar por él.

Dentro del radicalismo los tiempos corren dolorosamente, todos saben que ante cada día que pasa el candidato pierde uno para mostrarse, pero también saben que Ricardo no puede nominar a nadie en medio del narcoescándalo en el que está metido. La disyuntiva es enorme y la incomodidad se nota en cada declaración. Flinta hace medios todos los días buscando no perder el centro de la escena, y cuentan que la pelea de ayer lo tenía al viejo dirigente radical del lado de los reclamos, cree que tantos años al frente de la UCR lo pone en el lugar de candidato natural. Hoy el diario Norte dice que Peteco Vischi es el elegido, “Estiman que una figura joven del interior podría venir a refrescar la política de la provincia para enfrentar a otra figura joven como la de Camau Espínola”, dice el matutino, aunque entre tanta turbulencia radical, no se sabe a ciencia cierta si se trata de una versión más entre las tantas que existen o si es solo un operativo realizado por parte del libreño buscando “despegar” de sus competidores. Nada está dicho en la alianza gobernante, y nada parece fácil de resolver.