Nota de la redacción de Contrapoder
Tras la salida del titular del Pami, Carlos Regazzoni, Mauricio Macri ordenóa profundizar el achicamiento de las prestaciones a los jubilados y pensionados y modificó la estructura de pago para las clínicas. Los sanatorios denuncian que el nuevo sistema de cápitas les generará una pérdida del 50% en sus ingresos, por lo que suspenderán los servicios desde el jueves y por tiempo indefinido en las zonas norte y oeste del conurbano, donde se atienden casi un millón de afiliados. Para la semana próxima se sumarían también las prestadoras de todo el país.
En marzo, Mauricio Macri decidió echar a Carlos Regazzoni por cuestionar el ajuste que le ordenaban hacer. Pero Sergio Cassinotti, una vez sentado en su sillón firmó la resolución 395/2017, para cambiar por completo el sistema de atención privada de los jubilados.
La flamante estructura prevé un pago de una cápita fija a las clínicas que atienden PAMI, en lugar de pagarles por prestación. Esto le brinda al ente una mayor previsión y control. “En lugar de auditar cada factura de los 5 millones de afiliados, ahora se va a poder fiscalizar la atención”, explicaron desde el organismo estatal. “Antes no podía realizarse una previsión del gasto, ya que fluctuaba mes a mes”, aclararon.
Las prestadoras no cuestionan el cambio de sistema de pago, pues desburocratiza el papeleo, lo que cuestionan son los montos fijados. Hoy reciben un promedio de $ 900 mensuales por jubilado atendido, a pero a partir del cambio recibirán menos de la mitad, pues la cápita estipulada por la entidad será de apenas $ 426,10 por afiliado, lo que equivale a un recorte del 53%. “Es inviable. Firmando o no el nuevo contrato vamos a la bancarrota”, alertan desde las clínicas.“Nos proponen cobrar bajo las nuevas condiciones y a partir de eso negociar un aumento en el precio, pero si lo hacemos, la mayoría quiebra”, reclamaron los empresarios.
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