Un día después del escandaloso fallo de la Corte Suprema que consideró aplicable el beneficio del 2×1 a condenados por crímenes de lesa humanidad, y mientras más de un centenar de miembros de la Iglesia Católica se reúnen durante toda la semana en Pilar en torno a la idea de “reconciliación” entre víctimas y victimarios de la última dictadura cívico-militar, referentes de la Asociación Madres de Plaza de Mayo se instalaron frente a la sede porteña del Episcopado con la consigna “ni olvido, ni perdón, ni reconciliación: 1.000 años de prisión”.
“Estamos en silencio pero con un reclamo muy duro. La iglesia nunca perdonó a los que perdonaron a Jesús. ¿Por qué tenemos que perdonar nosotros?”, planteó la presidenta de la Asociación, Hebe de Bonafini, en diálogo con Daniel Tognetti desde la protesta en la puerta del Episcopado. “Son días terribles, por eso estamos en la calle. La batalla callejera es la que te salva, te da alivio”, agregó.
Sobre la iniciativa de la Iglesia en pos de la reconciliación, Bonafini cuestionó que de ese modo “se perdonan a ellos mismos. ¿Cuánta jerarquía eclesiástica estuvo en los campos? Había obispos que bendecían cuando tiraban a nuestros hijos al mar y al río”.
Sus críticas al rol de la Iglesia incluyeron también al Papa Francisco, con quien mantuvo recientemente un encuentro. Sostuvo que “claro que está al tanto” del encuentro pro-reconciliación, aunque no cree que lo haya impulsado. De todos modos, lanzó: “Creo que el Papa debería hacer algo porque tiene poder para eso, pero dudo que lo haga”.
En cuanto al fallo de la Corte, criticó que desde el Gobierno “pusieron para eso” a los dos jueces designados durante esta gestión –Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti- y enfatizó: “Desde que entró este gobierno dije que es peor que la dictadura. Muchos se enojaron conmigo. Pero, si no es una dictadura, ¿qué es?”.
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