La arquitecta Patricia Isasa reveló ayer al programa de C5N, El Destape, una historia que viene repitiendo sin mucha exposición desde hace dos décadas, y que hoy toma vigencia por el fallo del “dos por uno”. El ministro de la Corte Suprema (entonces intendente de Santa Fe), Horacio Rosatti, le dio trabajo y protegió hasta 2005, al hombre que en 1976 la torturó y violó en una comisaría de esa ciudad, Eduardo “Curro” Ramos pese a que ella entrevistó a Rosatti para “anoticiarlo” de los delitos que el ex policía había cometido durante la última dictadura cívico-militar.
“El mismo tipo que me secuestró, me torturó y me violó va a salir de la cárcel de la mano de Rosatti, la misma mano que lo encubrió entre 1998 y 2005, porque el hoy juez de la Corte, en esos años intendente, me ignoró y le siguió dando impunidad y trabajo a mi torturador”.
Así resume el calvario que aún hoy vive Patricia Isasa, quien todavía no encuentra paz. Una paz que perdió con la llegada de la última dictadura militar. Estuvo entre los 16 y 21 años detenida ilegalmente varias veces en tres centros de detención ilegales de la ciudad de Santa Fe. En 1997 hizo una investigación sobre su propio caso, que terminó en el juicio llamado “causa Brusa”, que terminó con condenas para los acusados.
Patricia Isasa (http://www.patriciaisasa.com.ar/) dio un reportaje exclusivo este martes al programa El Destape, por C5N. La mujer contó que uno de sus torturadores era Eduardo “El Curro” Ramos, un ex policía de inteligencia de la ciudad de Santa Fe y parte del grupo de tareas llamado “La Patota”.
Entre 1995 y 1999 el intendente de dicha ciudad era Horacio Rosatti, hoy juez de la corte suprema. Patricia le pidió una entrevista a Rosatti y, el entonces intendente, se la concedió. Se entrevistó cara a cara con él y le comentó lo que había descubierto en su investigación.
En 1978 Eduardo Ramos, uno de sus torturadores, había formado una banda que se dedicaba a robos, homicidios, violaciones y secuestros. A Ramos lo condenaron a 16 años de prisión por esta serie de delitos aberrantes y lo separan de la policía. La Justicia le aplicó el 2×1, lo liberó y tras salir en libertad fue contratado por Rosatti para trabajar en la municipalidad.
Sin embargo, hay una norma en la municipalidad que impide que sean funcionarios municipales quienes sean condenados por delitos graves o de sangre (homicidios, violaciones, etc), como era el caso de Ramos. Conociendo esa ordenanza, Patricia se reúne con Rosatti en 1998 y le muestra los antecedentes del represor y la ordenanza municipal que le impedía trabajar. Además, le comenta su propio caso, reconociendo en Ramos a su torturador, pero Rosatti la ignoró. Ramos trabajó en la municipalidad hasta 2005.
Hoy, casi 20 años después de esa reunión, Rosatti es ministro de la Corte Suprema de la Nación, y fue uno de los tres jueces del máximo tribunal que votó por la aplicación de “dos por uno” para beneficiar acortando la pena a genocidas condenados por delitos de lesa humanidad.
Eduardo Ramos tiene tres condenas unificadas por delitos de lesa humanidad con prisión de cumplimiento efectivo (se encuentra alojado en el penal de máxima seguridad de Las Flores desde hace ocho años). Lo condenaron a 23 años de prisión y está a punto de pedir nuevamente el 2×1 que le permita volver a las calles.
Fuentes: El Destape y patriciaisasa.com.ar
RSS