
Aunque tras la imponente demostración de fuerza, con una movilización de más de 100.000 personas, los delegados de los choferes y el referente de la CGT Rodríguez Peña, Mauricio Saillén, anunciaron en la noche del lunes el fin de la medida de fuerza que habían sostenido por más de ocho días, finalmente todo quedó en la nada.
El punto de conflicto fue que el acta que ellos aceptaban firmar, contenía entre sus puntos dejar sin efecto los despidos de los 77 choferes, procediendo a la reincorporación inmediata. Además señalaba el cese de las intimaciones o sanciones, y el pago de los días no trabajados durante la medida de fuerza.
Ante las primeras informaciones que daban cuenta de la normalización del servicio, fue el vicepresidente de la FETAP, Gustavo Mira, quien rechazó de plano ese acuerdo.
En declaraciones a la radio Cadena 3 el también titular de Coniferal indicó que la decisión anunciada por los choferes lo había tomado “por sorpresa”.
Y negó que estuviera en la intención de los empresarios de las empresas Ersa, Coniferal y AuCor, dejar sin efecto las desvinculaciones de los trabajadores cesanteados, su reincorporación inmediata, y reconocimiento de los haberes caídos.
“Los choferes despedidos están firmemente despedidos”, señaló y aseguró que su entidad no participó de las últimas negociaciones.
Posteriormente, en la misma emisora el intendente municipal Ramón Mestre precisó que se enteraron del anuncio del levantamiento de paro a través de los medios. “No tenemos notificación del Ministerio de Trabajo. Queremos que los trabajadores vuelvan a trabajar, pero nuestra postura es que los trabajadores despedidos, han perdido el trabajo y las horas no trabajadas, no van a ser abonadas”, subrayó el mandatario municipal.
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