
De la redacción de Contrapoder –
La estupidez y la inconsistencia formativa de los dirigentes del PRO ya es un clásico de la política argentina. Es normal escuchar a funcionarios y legisladores de ese partido tirando consignas que luego no pueden sostener con argumentos, y tal vez el colmo de esa situación se haya dado en torno al proyecto para quitar la obligatoriedad del calendario de vacunación para los niños argentinos, porque, alegan “pueden traer trastornos y los padres tienen derecho a decidir si quieren o no vacunar a sus hijos.
La vergonzante situación se dió hoy cuando la autora del polémico proyecto, la diputada nacional, Paula Urroz, en diálogo con Radio Caput, no supo dar ningún ejemplo de cuales serían esos “trastornos” de los que su proyecto habla.
Tras ser consultada reiteradamente por los periodistas acerca de cuales son esos posibles trastornos que la llevaron a presentar el proyecto la legisladora reconoció que no los conocía “Esa información la maneja mi asesor, si querés te paso el teléfono y lo consultás a él”, respondió Urroz.
La diputada macrista señaló que “existen casos” de problemas de salud vinculados con la vacunación, aunque no pudo explicar ninguno en particular, demostrando que no es un proyecto pensado sino que fue dirigido desde el gobierno como parte del “achique del estado” que ellos consideran necesario. Dicho en castellano, buscan que menos chicos se vacunen para gastar menos plata.
Sin saber mucho que decir la diputada macrista balbuceó incoherencias, por ejemplo cuando aclaró que el proyecto “no es en contra de las vacunas ya que (la propuesta) no está diciendo que se prohíban las vacunas”.
Lo cierto es que una vez más el gobierno estaría por dar marcha atrás con una medida que despierta polémica, ya que desde el mismísimo Ministerio de Salud afirmaron hoy que un proyecto así es “descabellado”. Aunque ayer la diputada había afirmado que el ministro estaba de acuerdo.
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