
La jueza Cristina Pozzer Penzo dio por terminada la instrucción de la causa por explotación sexual de una niña de 14 años, que era mantenida cautiva y generalmente drogada por sus captores para explotarla sexualmente en un prostíbulo de nuestra ciudad.
La magistrada remitió el expediente al Tribunal Oral Federal de Corrientes donde deberá ser juzgada la pareja de explotadores que administraba el salón “Kilómetro de Oro” que funcionaba en el kilómetro 7,5 de la Ruta Nacional 117.
La causa se originó en noviembre de 2011, cuando un camionero denunció que en el lugar le habían ofrecido abusar de la niña a cambio de 500 pesos. El hombre había detenido al viaje para cargar combustible en una estación de servicios. Mientras lo hacía fue a un bar cercano a la estación para comer y fue ahí cuando la administradora del local nocturno le ofreció tener sexo con la chica.
Según consta en la causa, el hombre rechazó la oferta, y al salir de allí se comunicó con el número telefónico 101, y contó lo ocurrido. En la Comisaría Primera de Paso de los Libres informaron de la situación a la Fiscalía Federal, desde donde se tramitó un allanamiento urgente con apoyo de la Gendarmería Nacional.
Cuando llegaron a lugar hallaron a la chica encerrada en una habitación. En el lugar había dos clientes y la dueña del local junto a su compañero. Los cuatro fueron detenidos, pero los dos clientes fueron citados solamente como testigos.
Los acusados fueron procesados en agosto de 2016 y se les trabó un embargo por $100.000, aunque fueron excarcelados pocos meses después de comenzada la causa.
La joven es de una familia de escasos recursos económicos, y había sido contactada por la pareja para que los ayude en los quehaceres de la casa y, supuestamente, el cuidado de sus hijos.
La chica estuvo parando en la vivienda de la pareja, pero nunca la dejaban sola. La trasladaban con ellos cuando salían, y poco tiempo después la llevaron al prostíbulo. “Le habían ofrecido dedicarse a la prostitución y comenzaron a insistirle. Le decían que se prostituyera en su boliche donde se ganaba “linda plata”. Prometieron que podía ganar 150 pesos por diez minutos. Pero ella se negó, según consta en el expediente.
Siempre según el expediente, ante su negativa los tratantes la amenazaron con castigos físicos y con alejarla de su familia para evitar que se sepa la actividad a la que se dedicaban. El día en que fue rescatada había sido llevada al local para limpiar, pero e un momento llegaron dos clientes, y unos minutos después la dueña del lugar le ofreció de tomar un vaso con gaseosa. La chica lo tomó y se sintió mareada. En pocos minutos había perdido la conciencia y fue llevada a una habitación donde habrían abusado de ella.
Los dueños del prostíbulo fueron procesados por el delito de trata de persona menor de edad con fines de explotación sexual, Promoción a la prostitución agravado por ser la víctima menor. La víctima, luego de permanecer en un refugio de la ciudad de Paso de los Libres, donde recibió asistencia médica y psicológica, volvió con su familia.
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