Brutal accidente en Nevada Park. Sincovez no lo clausura, ¿Coimas o imbecilidad?

Por Gabriel Link – 

Un nene de tan solo dos años resultó con importantes lesiones en su carita por las cuales recibió diez puntos de sutura, que probablemente le recuerden toda la vida que no se debe ir a Parques de Diversiones itinerantes. Pero eso no fue todo, tras ese accidente se produjo otro, apenas minutos más tarde, en el juego de al lado cuando, por la inconsistencia del terreno, se desplomó la valla de contención, aunque el hecho solo generó pánico y algunas contusiones en las personas que rodeaban al juego.

Anoticiada la municipalidad un grupo de inspectores se acercaron al parque y luego de “conversar” con su propietario decidieron que el negocio podría seguir funcionando. ¿Coima o imbecilidad?

Otra vez los controles de Comercio, otra vez las habilitaciones comerciales, otra vez José Sincovez, el oscuro chaqueño que llegó pobre y se hizo multimillonario siendo funcionario municipal, el mismo personaje que gobierna desde las sombras a Paso de los Libres, y ahora camina la ciudad pidiendo que los libreños lo voten para ser su intendente “en los papeles”. El mismo que habilitaba prostíbulos donde se esclavizaban a chicas, el mismo que habilita parques donde se pone en riesgo la vida de nuestros hijos.

La familia Gamarra-Villalba fue el sábado al Parque de Diversiones “Nevada Park” con la idea de pasar un grato momento con su bebé de dos añitos Marcos, aunque un rato más tarde les tocaría vivir uno de los momentos más espantosos de su vida. El avioncito de “Super Tornado”, en el que habían subido, por evidente falta de mantenimiento se desprendió de su soporte y cayeron los tres al suelo desde una altura de alrededor de dos metros.

El horror en un segundo, probablemente el segundo más largo de sus vidas, increíblemente nadie se acercó para asistirlos, con apenas la ayuda y asistencia de los testigos lograron huir del lugar para llevar a su bebé a urgencias del hospital San José, donde luego de aplicarsele los primeros auxilios quedó internado 24 horas en observación. Mientras tanto los empleados del parque corrían a “esconder” el avioncito caído porque “el show debía continuar”.

Ningún responsable corrió a asistir a la familia, no había (y si lo había nadie lo ofreció) un botiquín de primeros auxilios, ni un médico, ni una enfermera, ni una ambulancia, ni alguien digno que la llamara, no había nada de nada en ese parque del espanto. Solamente ánimo para lucrar.

Sandra y Gerardo, los papás de Marcos también resultaron con fuertes golpes, Gerardo aparentemente tiene rotas un par de costillas, y Sandra, además de golpes por todo el cuerpo, tiene rota el alma, por ver a su bebé tan lastimado por culpa de la falta de escrúpulos de un comerciante, que sabía que el terreno no estaba en condiciones para instalar el parque, y por la irresponsabilidad de un municipio que habilita cualquier cosa sin controlar nada.

Y la desgracia fue con suerte, pues el juego tiene una parte baja y una en la que se duplica la altura, si hubiesen caído desde la parte alta tal vez hoy estaríamos lamentando la muerte de toda una familia.

Aun muy convulsionada, Sandra, la mamá de Marquitos explicó lo sucedido a este portal, “Subimos los 3 a un juego de aviones donde 1 avión se desprendió, y ese fue el nuestro. Fue catastrófico el momento, mi bebé se corto mucho la carita tiene 10 puntos, nosotros algunas heridas y golpes. Sinceramente andamos como loco con estudios de nuestro bebé y no tuvimos tiempo de denunciar a la municipal, ni nada, sólo denunciamos hoy en la policía el hecho en sí”

Hoy este cronista recorrió el parque, funcionaba como si nada hubiera pasado, había sectores donde uno se enterraba en el barro, y ya pasaron dos días, ¿como puede ser que esa gente, con la experiencia que tiene no notara que el terreno no estaba apto?, ¿como puede ser que no lo notara el inspector municipal que lo habilitó? Algo que sorprendió mucho a quien escribe es que, al menos este domingo por la tarde, no se cobraba la entrada, con lo cual no hay seguro de espectador, y uno se pregunta ¿tampoco lo notó el municipio?

Y siguen las preguntas, ¿Cobraban el sábado cuando ocurrió el accidente?, ¿si no hay seguro, habrá alguien que se haga cargo de todos los gastos médicos de esta familia, o como ocurre habitualmete el parque desaparece de un día para el otro y no vuelven nunca más a las ciudades donde tienen problemas?

Pero no se trata solo de eso, los juegos, evidentemente son muy viejos, están despintados, oxidados y desvencijados, las vallas están todas flojas, y como muestra la foto, en uno de los juegos más riesgosos, el Twister (una suerte de sillas voladoras fijas), las barras de seguridad están atadas con piolas o con cintas de tela, con las cuales los empleados hacen un simple moño, no hay seguro, no hay trabas metálicas, no… un moño y a volar… Y es el juego más peligroso, y la municipalidad lo habilitó igual, mostrando un absoluto desprecio por la vida de nuestros hijos.

Una testigo de los dos accidentes narró los hechos, “como nadie los asistía el papá agarró a su hijo, al que le sangraba mucho la cara y salió corriendo”, y grande fue la sorpresa cuando minutos más tarde en el juego de al lado se produjo otro accidente, la tierra, humeda bajo el juego cedió y en la inclinación los autitos chocaron el enrejado que debería proteger a la gente, “Cayó el cerco, una señora salió corriendo y gritaba que sus hijos estaban ahí, pero el empleado no podía parar el juego”, y los autitos seguían girando, según relato Liliana Montiel ante la requisitoria de Contrapoder.

Todo esto en un lapso de minutos, y el municipio, que, alertado hizo presencia mediante su cuerpo de inspectores, no hizo nada por evitar que nuestros niños continuaran en riesgo, el parque siguió abierto, y solo el azar se ocupó de que no hubiera más accidentes.

El colega Javier Ramírez entrevistó al propietario del parque, quien no mencionó el accidente de la familia Gamarra, sino que apenas hizo mención del segundo hecho, “Llegamos hace una semana y vimos que el terreno estaba muy blando por la humedad y algunos movimientos de tierra que se habían hecho en el lugar con excavaciones de gas o algo por el estilo”, aseguró el titular del parque. “Por eso, ante la estructura muy pesada, el terreno cedió y desgraciadamente causo ese accidente, pretendió justificarse como si los culpables de su irresponsabilidad fuesen los clientes.

Ignorando el accidente en el cual se desprendió un juego de su soporte “revoleando” literalmente a la familia Gamarra, y remitiéndose exclusivamente al segundo incidente, que no registró víctimas, el empresario agregó “quiero aclarar que no fue un problema con el  juego, sino con el terreno, que al ceder hizo que el juego se trabe. Las estructuras fueron previamente probadas con la gente que  trabaja en el parque antes de ser habilitados y luego la habilitación del municipio”, declaró el dueño de “Nevada Park” a Libres Digital.