Poco después de que el ISIS se adjudicara el ataque del asesino que anoche provocó la muerte de 59 personas y heridas a otras 527 durante un festival de música country, el FBI descartó que Stephen Paddock tuviera relación con el terrorismo internacional. El hombre disparó desde el piso 32 del Hotel Mandalay Bay con una ametralladora, en lo que fue el tiroteo más grave de la historia de los Estados Unidos.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó la masacre y dijo que Paddock era un “soldado” “convertido al islam hace algunos meses”. “Él realizó la operación en respuesta” a los llamados a atacar a los países involucrados en la lucha contra el Estado Islámico, agregó la agencia Amaq, órgano de propaganda del EI, sin dar pruebas de su afirmación.
Pero la policía federal (FBI), que investiga el ataque, descartó por ahora lazos con una organización “terrorista”. “No hemos determinado por el momento ninguna conexión con un grupo terrorista internacional”, indicó el agente del FBI Aaron Rouse.
En su último balance de víctimas, las autoridades elevaron a 59 la cifra de muertos y a 527 las personas hospitalizadas por la tragedia. Se trata del tiroteo más grave de la historia de los EE.UU. La cifra de fallecidos supera a los 49 muertos del 12 de junio de 2016 en el club gay Pulse de Orlando (Florida) a manos de un estadounidense de origen afgano que fue abatido por la policía.
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