Mariana Gómez y Rocío Girat estaban charlando ayer al mediodía en el Centro de Trasbordo del Subte C, hasta que un efectivo de Metrovías se indignó al ver que las dos jóvenes se dieron un beso. Al rato llegaron oficiales de la Policía de la Ciudad y apresaron a Mariana, y la mantuvieron esposada durante más de tres horas en la estación Constitución de la línea Roca. La joven fue trasladada luego a una comisaría en Boedo, donde estuvo en un calabozo sola hasta las 21, después de sufrir vejaciones y constantes amenazas.
“Nosotras no hicimos nada, esto no es más que lesbofobia porque el personal de la policía nos vio hablando todo el tiempo. Buscaron la excusa más burda para llevársela”, sintetizó. Las jóvenes temen que el caso se judicialice y convocaron a una manifestación para mañana miércoles, a las 10 de la mañana, en Lavalle 1171, frente al juzgado nacional en el que declarará Mariana.
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