
La extraña elección de ayer, marcada por un gran corte de boletas produce cambios algo inesperados en el Concejo Deliberante local. Por un lado la fuerza ganadora del municipio fue la perdedora en el rubro concejales, y por el otro ninguna colectora logró el objetivo buscado. Solamente la triunfadora, Libres Podemos Más y la derrotada Eco-Cambiemos aportan ediles a la legislatura comunal, aunque en proporciones inversas.
ECO puso en juego en estas elecciones seis bancas, y al haber ganado la elección recupera cuatro. Eduardo Balbastro, Julio Cazarré, Mónica De Gaetano, Julio Malgor y Karina Mendoza dejan sus bancas el 10 de diciembre, mientras que Carlos Gatti, quien también cesa en su mandato, fue reelecto, y se quedará sentado en la banca por cuatro años más. Además de Gatti se sumarán al bloque de ECO-Cambiemos Jorge Ferreyra Dame, Ana Miño y Sergio Cettour, sumando siete bancas.
Por su parte el peronismo con sus partidos aliados solo arriesgaba una banca, Walter Fontana ya no será de la partida cada martes. Pero al haber salido segundo en el rubro concejales recupera solo tres escanios, con lo cual, tras el ingreso de Diego Figueredo, Pamela Fernández y Beatriz Moreyra, pasará a conformar un bloque de cinco concejales.
Tras la campaña surgieron algunas rispideces entre los candidatos Ascúa y Hantouche, habrá que ver como soluciona esos inconvenientes el nuevo intendente, quien tendrá dos meses para intentar arreglar cualquier cosa que haya quedado rota.
Por lo pronto, para Contrapoder hoy hay tres bloques, los que quedarán conformados de la siguiente manera:
ECO-Cambiemos (siete concejales), Susana Espinoza, Aristóbulo Marticorena, Wilfredo Collinet, Carlos Gatti, Jorge Ferreyra Dame, Ana Miño y Sergio Cettour.
PJ y aliados (cinco concejales), Sara Alegre, Edgar Giménez, Diefo Figueredo, Pamela Fernández y Beatriz Moreyra.
Partido de la Victoria (un concejal), Roberto “Beto” Hantouche.
Así las cosas, el intendente electo, Martín Ascúa, deberá demostrar que tiene lo que hace falta a la hora negociar cierta “tranquilidad” para gobernar los próximos dos años, ya que no la tendrá fácil con los gobiernos nacional y provincial en contra.
De movida“Tincho” necesitará sumar a Hantouche para garantizarse paridad “abajo”, aunque eso no le garantiza la presidencia del cuerpo; para lograrla necesitaría conseguir que uno de los siete adversarios “salte la cerca”, algo que en los últimos años se convirtió en un clásico de la política local.
Y la cosa no termina aquí, porque de cara a 2019 también se avizoran dificultades, puesto que dentro de dos años solamente se elegirán seis concejales, de los cuales su partido pondrá en juego dos, Hantouche uno y ECO-Cambiemos tres, con lo cual estará obligado a ganar la elección de medio término si pretende lograr un concejo afín.
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