Movimientos raros en el Juzgado Federal de Libres hacen pensar en la caída definitiva del pliego de Fresneda

Por Gabriel link – 

Tras la carta dirigida por la diputada Elisa Carrió a su presidente, Luis González  (click aquí), la Cámara Federal de Apelaciones de Corrientes ordenó separar de sus cargos a los dos titulares de las Secretarías Penales del Juzgado Federal de Paso de los Libres, José Luis Mora y Araujo, y Pedro Amancio Peralta.

A Peralta se lo investiga por filtrar datos para favorecer a acusados de narcotráfico, que derivaron en la caída de varios procedimientos ordenados por la jueza Cristina Pozzer Penzo. En el caso de Mora y Araujo directamente se lo acusa de mantener relaciones con bandas que operan en el narcotráfico y la trata de Personas, y de “garantizar impunidad a estas organizaciones criminales”.

En tanto, quien pareciera ser una suerte de reserva moral del juzgado, el hasta el viernes Secretario Tributario, Juan Carlos Silberstein pasará, desde hoy martes, a atender las causas penales de ambas secretarías. Pero eso no es todo. Silverstein también fue nombrado por la Cámara Federal (luego confirmado por la Corte Suprema de Justicia) como Instructor Sumarial de Pablo Molina, titular de la Secretaría Penal del Juzgado de Instrucción Federal nº1, que conduce quien por muchos juristas es sindicado como el juez más corrupto de la historia de Corrientes, Carlos Soto Dávila.

Molina fue procesado por el titular del juzgado nº 2, Juan Carlos Vallejos por falsificar firmas y alterar trámites para beneficiar con la devolución de dos vehículos de alta gama a un empresario detenido por lavado de dinero y narcotráfico.

En junio pasado el Procurador Nacional de Narcocriminalidad, Diego Iglesias, emitió un duro dictamen en el que involucraba a Soto Dávila y a Molina en un caso de supuestas coimas para beneficiar a personas vinculadas con el narcotráfico. Se basó en escuchas telefónicas que el juez federal porteño Sergio Torres transcribió en el procesamiento de 28 detenidos en el marco de la causa por narcotráfico de Itatí, que tiene en prisión al intendente Roger Natividad Terán, a su viceintendente y al jefe de la policía correntina en esa ciudad.

Lo notable de esta historia es que hoy Molina está procesado por los mismos cargos por lo que también lo está Gustavo del Corazón de Jesús Fresneda, quien ocupó la misma secretaría penal que hasta el viernes lideró Molina y ambos con el mismo juez, Carlos Vicente Soto Dávila.

Mientras tanto desde el radicalismo correntino se sigue operando fuertemente para que el procesado Gustavo Fresneda sea nombrado juez Federal de Paso de los Libres, con el claro objeto de que “libere” las causas que Ricardo Colombi mantiene con la justicia federal en nuestra ciudad. Una de ellas, la de la “Casita Robada” que le costara la vida al periodista Hernán González Moreno días antes de las elecciones de 2009, causa en la que Soto Dávila sobreseyó parcialmete al testaferro de Colombi, Marcelo Laslo, y a su esposa.

La lucha de Colombi por lograr el nombramiento de Fresneda generó que hayan pasado casi ocho años de subrogancias en uno de los juzgados más complejos del país. Son el gobernador saliente y el electo, Gustavo Valdés (actual integrante del Concejo de la Magistratura) quienes vienen impidiendo, mediante chicanas y operaciones políticas, que Libres tenga un juez Federal definitivo.

El capricho por lograr la nominación de su favorito hizo que el gobernador negociara con Macri el retiro del pliego de Silberstein ni bien el presidente asumió el poder. Cuando su pliego, que no tenía ninguna impugnación, estaba a punto de obtener la aprobación de la comisión de Acuerdos del Senado Macri lo volvió a quitar de la cancha, para insistir con el de Fresneda, que tenía nueve impugnaciones por pedir coimas a narcotraficantes para que estos obtuvieran su libertad y estaba procesado (hoy lo sigue estando).

Un dato a resaltar es que el postulante de Ricardo Colombi nunca declaró ante la Magistratura que tenía causas pendientes en la justicia. Siendo que era su obligación hacerlo

Las candidaturas de Fresneda y Silberstein habían sido presentadas en 2009 junto a la de Marco Aurelio Racagni (hoy defensor oficial de Oberá, Misiones), luego de que el titular del juzgado, Juan Angel Oliva se jubiló para evitar un juicio político por el desastre que hizo con (entre otras) la causa “La Polaca”. En principio la postulación de Fresneda picó en punta, pero fue retirada por la entonces presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, luego de que se conocieran las causas en las que estaba involucrado.

El pasado miércoles 15 se conoció que Fresneda fue habilitado a finales de octubre por la Comisión de Acuerdos del Senado con la firma de cuatro senadores peronistas, quienes aparentemente habrían sido “convencidos” por el presidente de la comisión, el salteño Rodolfo Urtubey y por el presidente del bloque, Miguel Pichetto, con la anuencia del senador correntino Carlos “Camau” Espinola (suelen tenerse en cuenta las recomendaciones de los senadores de cada provincia a la hora de aprobar dichos pliegos).

Sin embargo cuando otros legisladores correntinos oficiaron de informantes entre sus colegas y recordaron el frondoso prontuario que carga Fresneda, la bancada del FpV comenzó a operar para volver a frenar el nombramiento.

Así fue que el jueves 16, las voces peronistas se hicieron oír y el pliego finalmente habría quedado estancado nuevamente en la comisión en lugar de pasar al recinto para ser puesto a consideración del pleno, como sí ocurrió con los de otros dos postulantes de otros juzgados, cuyos nombramientos también habían sido recomendados por la comisión junto al del controvertido abogado correntino.

Con un pasado de militancia radical, el postulante mantiene una estrecha relación con el gobernador Colombi. Fresneda hasta ocupó una vocalía en el Superior Tribunal de Justicia, durante el primer mandato de Ricardo Colombi como gobernador, cargo del que justamente fue desafectado por las acusaciones que pesaban en su contra. Otro dato no menor sobre su estrecha relación es que el actual gobernador ordenó al Senado provincial nombrar a la hija del candidato, María Soledad Fresneda, como Defensora Oficial Penal de Paso de los Libres.

En los últimos días se instaló la información por parte de medios especializados de que la “cojonuda” jueza subrogante, Cristina Pozzer Penzo, que quedará en la historia como LA ÚNICA JUEZA EN LA HISTORIA DE PASO DE LOS LIBRES QUE SE LE ANIMÓ AL PODER POLÍTICO, abrió una nueva causa contra el gobernador, esta vez por tráfico de influencias. La misma está basada en la escucha de la conversación entre Colombi y el jefe de la mafia de Trata de Personas, José María Viero, sobre el nombramiento de Fresneda y la impugnación del pliego de Silberstein. 

A ver… A esta altura sabemos que Colombi quiere a Fresneda para que lo juzgue a él… ¿Podría sonar razonable a alguien que se nombre al frente de una judicatura a un juez que, además de estar procesado por causas de corrupción, no puede atender las principales causas de su juzgado por ser parte de ellas?

Cabe repetir, para dejarlo bien fresco en la memoria del lector, que Gustavo Fresneda fue imputado junto a su jefe, el juez Soto Dávila por la supuesta liberación de detenidos a cambio de dinero; por presunto reintegro de automóviles y lanchas secuestrados a los imputados, y por quedarse con parte del pago dejado en depósito por las excarcelaciones de detenidos.

Por haber sido procesado en esas causas fue removido de la vocalía del Superior Tribunal. Hoy, a pesar de esas causas, y a pesar de seguir estando procesado, lo quieren nombrar Juez Federal de Paso de los Libres, aunque la intervención de la diputada Carrió pone en duda que el poder central esté interesado en cumplir el deseo de Colombi. A quien escribe esta nota le da la impresión de que al gobernador saliente lo están dejando sólo. 

Muerto el rey, viva el rey!