Macri intentó saquear a los jubilados “a sangre y fuego” y el pueblo lo paró

Por Gabriel Link – 

En medio de un escándalo, Cambiemos nunca logró el quórum para habilitar la sesión especial en la que se trataría la reforma jubilatoria. Poco después de que el presidente de la cámara, Emilio Monzó anunciara que tenían quórum, diputados del Frente Renovador denunciaron que había dos diputados que aun no habían jurado, y que por tanto no podían estar en el recinto.

Finalmente, al ver que no reunían el número, Monzó levantó la sesión. El escándalo fue inusitado, al igual que la brutal represión, que a más de una hora de levantada la sesión aun sigue, tal vez, como represalia a la derrota política que el pueblo argentino le infligió al presidente Mauricio Macri y sus pretensiones de profundizar el saqueo a los más desposeídos para seguir favoreciendo a los sectores oligárquicos.

El presidente del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, aseguró que “cuando Cambiemos dijo que tenía el quórum, en realidad no lo tenían”. “Las condiciones de este debate, no corresponden a un Estado democrático”, amplió. Por su parte, Axel Kicillof dijo que “es escandaloso que quieran hacer una sesión con diputados en la enfermería”, y Victoria Donda, pidió que las fuerzas de seguridad “dejen de reprimir” en las calles.

Pasados los 30 minutos de espera, Agustín Rossi había exigido que se levantara la sesión “respetando el reglamento”, que estipula media hora de espera hasta alcanzar el número para comenzar con el tratamiento. Hasta ese momento, había 117 diputados sentados. La diputada Elisa Carrió tomó el micrófono para azuzar el clima caliente que ya se percibía hasta entonces “Cuando gobernaban ellos decían que había que se flexibles con el reglamente, hasta una hora y media nos hicieron esperar para lograr el quórum, pido que se respeten los precedentes que ellos establecieron”.

De hecho, el presidente de la Cámara siguió esperando y hasta dio inicio a la sesión, cuando el tablero marcaba 130 diputados sentados en sus bancas, lo que desató el mayor escándalo porque la oposición sabía que ese número no era legal, dado que había dos diputados que aun no habían jurado. El quórum trucho duró apenas siete segundos.

Lo cierto es que el macrismo nunca logró que los diputados que necesitaban para sesionar bajaran al recinto, la represión que se daba afuera impedía el marco democrático que merece una sesión, y ni siquiera los diputados peronistas que, a instancias de los gobernadores, estaban dispuestos a traicionar al pueblo votando el saqueo a los jubilados tuvieron el valor de bajar al recinto.

De repente, en forma sorpresiva, el tablero marcó que había 129 diputados en las bancas, y el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, anunció que se habilitaba la sesión. Fue entonces cuando varios legisladores se acercaron hasta el sillón de Monzó para increparlo y denunciar que se estaba violando el reglamento. Luego, todas las fuerzas de la oposición denunciaron la presencia de “diputados truchos”.

El macrismo continuó con las provocaciones en boca de Carrió, Massot y Mario Negri, que insistían en que la sesión tenía quórum, pero ya todos sabían que no era así y, en una demostración de racionalidad, Monzó levantó la sesión.

Sin embargo esa racionalidad mostrada por el presidente dela Cámara de Diputados no se replicó en las handys de las fuerzas de seguridad, que, pasadas las cuatro de la tarde (el cierre de esta nota), siguen reprimiendo a la gente que intenta retirarse del lugar.