De la Redacción de Contrapoder –
El interbloque parlamentario federal sufrió la renuncia de su presidente, el senador puntano Adolfo Rodríguez Saá. Detrás suyo se fue también su comprovinciana Eugenia Catalfamo, la senadora más joven de la cámara. Por el momento, ambos mantendrán su bloque “Justicialista San Luis” y sus voceros desmintieron un acercamiento con el bloque Frente para la Victoria-PJ, con el que habían armado una alianza en las últimas elecciones.
El Adolfo había integrado hasta el 10 de diciembre la comisión bicameral de trámite legislativo, que analiza la validez de los decretos y DNU que firma el presidente Mauricio Macri. Mediante una maniobra, Cambiemos logró desplazarlo por la salteña Cristina Fiore, que responde al colaboracionista gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey. El último martes la jugada ya rindió sus frutos, en una votación pareja el oficialismo logró dictaminar a favor del controvertido DNU de “reforma del Estado” que modifica unas 120 leyes y deroga otras 40, algo que no hubiesen conseguido con el puntano sentado a la mesa.
Tras las elecciones de octubre, el interbloque parlamentario federal había quedado con 7 miembros, aunque hace tiempo que sus integrantes mantenían posturas relativamente heterogéneas: Rodríguez Saá, Catalfamo, Lucila Crexell y Guillermo Pereyra (MPN-Neuquén) representaban un ala más crítica, mientras que Juan Carlos Romero (Salta), Carlos Reutemann (Santa Fe) y Fiore son los más cercanos al oficialismo.
La ruptura reavivó las especulaciones sobre un acercamiento entre el senador puntano y el kirchnerismo (paso que su hermano ya dio), presidido en el Senado por el neuquino Marcelo Fuentes. En el entorno de Rodríguez Saá no le cerraron la puerta en un futuro aunque dejaron en claro que no está en los planes por el momento. El senador, aseguran, tiene en mente volver a pelear por la gobernación en 2019, mientras que su “El Alberto” buscaría posicionarse para la fórmula presidencial.
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