De la Redacción de Contrapoder –
¿Insultar a un multimillonario, de ojos azules que ostenta el poder político de un país y lo utiliza para quitarles derechos a las mayorías, para luego, con esos recursos, sumarles privilegios a una pequeña minoría, que él integra, podría encuadrar legalmente en un acto de discriminación? Si esto se estableciera probablemente Argentina tendría otro motivo más para ser estudiado en las universidades de Sociología de todo el mundo.
Los millones de ciudadanos que perdieron sus derechos, y ven como justamente la clase social a la que el presidente pertenece va logrando más y más privilegios cada día son los discriminados de esta hostoria. Y Mauricio Macri es justamente el jefe de los discriminadores.
Una vez más, desde que Cambiemos llegó al poder, el hombre muerde al perro, Guillermo Marconi, titular del gremio de árbitros SADRA, propone (y Clarín amplifica) que los partidos se suspendan cuando las hinchadas comiencen a cantar la canción que se convirtió en el “hit” del verano “Mauricio Macri la puta que te parió”.
“Lo estamos analizando. Estamos viendo la cuestión legal. Si se encuadra dentro de un acto de discriminación”, informó esta mañana el secretario general del gremio al diario Clarín.
Es habitual que los árbitros paren los partidos cuando hay agresiones verbales contra las comunidades de Bolivia o Paraguay. También, cuando los insultos van contra la comunidad judía, la raza negra o cualquier otra minoría étnica, sexual o religiosa Ahora… ¿cómo podría encuadrar en un acto de discriminación el insulto a un hombre poderoso, que pertenece a la oligarquía, que tiene el poder político del país; que decide a quien se reprime y a quien no; quien come y quien no; quien estudia y quien no; y quien se cura y quien no?
Siempre según el matutino de Héctor Magnetto, Marconi habló este mediodía con uno de los laderos del presidente de la AFA, Javier Marín, y éste se comunicó con el presidente de la entidad Claudio “Chiqui” Tapia, quien se encuentra en Rusia. Tapia le transmitió a Marconi, a través de Marín, que “este es un tema político”, que “no es jurisdicción de los árbitros parar los partidos ante los insultos al presidente” y que “el tema será puesto en consideración del Comité Ejecutivo” cuando él regrese al país la semana próxima.
Vale recordar que “Chiqui” Tapia es el yerno del jefe de los Camioneros, Hugo Moyano, quien no es una de las personas preferidas del presidente por estos días, y no resulta difícil interpretar que el sentimiento es recíproco.
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