
De la Redacción de Contrapoder –
Finalmente Luiz Inacio “Lula” da Silva (PT) decidió no viajar a Curitiba para entregarse a la Policía Federal. El dos veces ex presidente de Brasil se encuentra atrincherado en el Sindicato de los Metalúrgicos de São Bernardo do Campo, en Sao Paulo, donde pasó la noche en compañía de sus hijos, amigos y diversos dirigentes del PT, y allí pretende quedarse durante todo el día de hoy. Los abogados presentaron un nuevo recurso, esta vez frente al Superior Tribunal de Justicia.
A través de una breve conversación telefónica, Lula le dijo al periodista Ricardo Kotscho, del diario Folha de Sao Paulo, “estoy tranquilo, bien dispuesto, y ya hice mis ejercicios matinales como todos los días”.
Los abogados del ex mandatario aducen que la decisión de Moro fue tomada apresuradamete el jueves después de que el magistrado recibiera un oficio del Tribunal Regional Federal de la 4ª Región. Por lo pronto presentaron un nuevo recurso de apelación en el que aducen que no se agotaron los recursos posibles para ser presentados ante el tribunal para comprobar la inocencia de Da Silva. “La defensa ni siquiera fue notificada de la sentencia que juzgó los embargos en la sesión del juicio ocurrida el día 23 de marzo”, finaliza el comunicado
La decisión de Moro sorprendió a la defensa del ex presidente que no esperaba que la detención ocurriera antes del próximo martes, cuando entrarían con el nuevo recurso. Es llamativo el funcionamiento express de la justicia brasileña en el caso del ex presidente, a quien pretenden arrestar apenas nueve meses después de la sentencia de primera instancia, mientras que los otros casos del Lava Jato demoraron entre 18 y 30 meses.
La pena definida por el tribunal es de doce años y un mes de prisión con inicio en régimen cerrado, por corrupción pasiva y lavado de dinero, en el caso del tríplex de Guarujá. Hasta ahora Lula resiste en su ámbito natural, la fortaleza de un sindicato. Como a todo líder su pueblo lo custodia.
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