De la Redacción de Contrapoder –
En lo que va de la semana, la autoridad monetaria sacrificó 2,106 millones de las reservas para contener lo que pareciera ser una corrida cambiaria. El lunes Federico Sturzenegger vendió 212 millones de dólares, el martes U$S 422 millones y ayer U$S 1472 millones, una cifra récord que encendió todas las luces de alarma en la administración de Cambiemos. A pesar de la brutal participación del BCRA (jamás en la historia el Central había vendido semejante cantidad en un solo día) la divisa finalizó a $ 20 para compra y $ 20,55 para la venta.
Esta mañana el jefe de Gabinete, Marcos Peña, se refirió aseguró que el país tiene “un Banco Central robusto, con reservas y un equipo muy sólido. Lo más importante es darle tranquilidad a los argentinos de que no hay motivo para pensar que esto pueda indicar una crisis ni mucho menos”, intentó tranquilizar y remarcó: “No hay que prender luces de alarma, y si ocuparse, como corresponde”.
Sin embargo, tras la supuesta calma que auguraba Peña por la mañana, la moneda yanki trepó rápidamente 24 centavos y rozó los 20,80, y Sturzenegger debió abrir nuevamente la ventanilla de venta para detener una tendencia alcista que evidentemente continúa, y que hace peligrar hasta los pronósticos de inflación más pesimistas.
La demanda de divisas está impulsada por cobertura de las empresas que deben hacer frente a obligaciones en dólares, pero también debido al nerviosismo en los mercados internacionales por la suba en la tasa de interés en los Estados Unidos.
Lo cierto es que el BCRA lleva vendidos u$s 4.536,20 millones desde que retomó las intervenciones a principio de marzo pasado, después de no hacerlo durante casi 7 meses, en busca de poder domar la inflación.
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