De la Redacción de Contrapoder –
En medio de un reacomodamiento político, forzado por la absurda intervención del peronismo, comienzan los rumores acerca de los candidatos con mayores chances de enfrentar a Mauricio Macri en las elecciones de 2019. En ese marco el diario Perfil publica una nota en la que no solo destaca algo que puertas adentro del kirchnerismo toma cada día más fuerza, la candidatura a presidente del “leal” Agustín Rossi, sino que además deja la puerta abierta a algo que hasta hace pocos días todo el periodismo corporativo rechazaba, que pueda realizarse una gran interna con todos los peronistas adentro, incluyendo al massismo y al “PJ dialoguista”.
La nota resalta que si bien Jorge Capitanich y Alberto Rodríguez Saa buscan posicionarse para disputar el acceso a “la Rosada” el hombre elegido por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner para encabezar la fórmula es el santafesino. Vale destacar que fue ella quien en diciembre, con su vuelta a la cámara baja, lo eligió para presidir el bloque, postergando a varios pesos pesados y a sabiendas de que ese era “el lugar” para que los flashes y los micrófonos lo apuntaran. Algo que Rossi aprovechó sobremanera, sin desperdiciar oportunidades para encender más y más su discurso en cada sesión.
El diario plantea que el rechazo al kirchnerismo podría ser cada vez menos virulento, y eso es algo que comienza a “palparse” en el discurso de los “dialoguistas”, quienes tal vez unidos por el espanto que genera la figura de Luis Barrionuevo al frente del partido, se planteen repensar estrategia. “¿Podrán convencer al amplio abanico de dirigentes del PJ de una gran interna? Por lo pronto, observan una señal que vino el jueves desde Córdoba, donde se reunió el “PJ Federal” y es que no descalificaron a la expresidenta. “El límite es La Cámpora”, había dicho Diego Bossio en Gualeguaychú. Ahora no hubo una declaración así. Tiene una razón lógica. Los gobernadores no se pueden dar el lujo de cerrarle la puerta a nadie. Sobre todo ahora que Cambiemos demostró ser una máquina electoral muy eficaz”. Afirma el artículo de Perfil
G.L.
La nota completa:
“Es el hombre más capacitado para encabezar lo que viene”. Cristina Fernández de Kirchner lanzó la frase en el Instituto Patria el 10 de abril para referirse al diputado Agustín Rossi. El de Santa Fe cree que es el momento para dar el salto y aspirar a la Casa Rosada. El kirchnerismo observa 2019 y ya son varios los dirigentes que se anotan para jugar la interna. Mientras el jefe de bancada K cuenta con el aval de la expresidenta, el intendente de Resistencia, Jorge “Coqui” Capitanich y el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, podrían ser parte de una interna.
Sin embargo, todas las fuentes consultadas por PERFIL fueron claras. La intención del kirchnerismo es una gran PASO de todo el peronismo y que cada espacio tenga su candidato, llámese Sergio Massa o Juan Manuel Urtubey. En caso de que no haya acuerdo para una elección así, el plan B es candidatos por afuera. Pero todos saben que así faltarían votos para obtener un triunfo frente a Mauricio Macri.
Con traje de candidato, este fin de semana Rossi recorrerá Ituzaingó, Roque Pérez, Saladillo, 25 de mayo, Bragado, Bolívar, Olavarría, Tandil, Azul y Tapalqué. Todas localidades de la provincia de Buenos Aires. Sin encuestas en la mano pero con un conocimiento que crece de forma leve, por ahora nadie se tira a la pileta de manera pública, pero en las reuniones blanquean las intenciones de aspirar a la presidencia. ¿Y Cristina? Por ahora todos juran que no será candidata en 2019. “Sabe que su nombre genera choques irreconciliables. Pero tiene un caudal de votos que nadie de la oposicón logra. No sobra nadie”, reconoció un dirigente de Unidad Ciudadana.
¿Podrán convencer al amplio abánico de dirigentes del PJ de una gran interna? Por lo pronto, observan una señal que vino el jueves desde Córdoba, donde se reunió el “PJ Federal” y es que no descalificaron a la expresidenta. “El límite es La Cámpora”, había dicho Diego Bossio en Gualeguaychú. Ahora no hubo una declaración así. Tiene una razón lógica. Los gobernadores no se pueden dar el lujo de cerrarle la puerta a nadie. Sobre todo ahora que Cambiemos demostró ser una máquina electoral muy eficaz.
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