De la Redacción de Contrapoder –
Mauricio Macri encabezó junto María Eugenia Vidal un acto en Quilmes por la entrega de créditos de la Anses a jubilados. Fue la primera aparición pública de ambos tras la muerte de la vicedirectora de la escuela 49 de Moreno, Sandra Calamano y del auxiliar Rubén Rodríguez por la explosión de una garrafa. Inesperadamente no hubo ninguna mención al hecho, ni un minuto de silencio para recordar a las víctimas, ni nada.
En un ambiente festivo ambos entraron sonrientes y entre aplausos y vítores de los asistentes en el acto armado al mejor estilo Cambiemos: con el escenario en el centro y el público rodeándolo. Al comienzo de su discurso, lo inesperado, Macri dijo de que los préstamos podían servir “para arreglar esa habitación que tenemos problemitas o ese escape de gas, como le pasó a la vecina”. Justo en ese momento señaló al sector en el que estaba la gobernadora, quien festejó con una amplia sonrisa el “chiste” del presidente.
A continuación el mandatario se dedicó a “delirar” sobre la cada vez más cuestionada causa de los “Cuadernos Gloria” del chofer de Baratta, lanzando una frase desopilante desde la primera hasta la última palabra, “hay algo bueno que está pasando, estamos sacando la verdad a la luz porque el cambio es mucho más profundo que una discusión económica. Tiene que ver con la libertad de decir, de expresarse por parte de los periodistas que investigaron, del juez que ahora puede decir lo que se le ocurra sin tener miedo”.
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