De la Redacción de Contrapoder –
El presidente de la nación viajó sorpresivamente ayer a Neuquén. Lo hizo junto a su familia para tomarse un descanso no programado. Desde allí podrá hacer lo que más disfruta, descansar. También se dispone a lograr tranquilidad para su segunda actividad preferida, ver fútbol sin que los problemas del país lo molesten. “Son dos días que ya estoy muerto, muerto”, había dicho Macri el sábado en una conferencia de prensa tras el G20.
Macri encontró el lugar ideal para ver la final entre River y Boca por la Copa Libertadores, que se jugará el domingo en Madrid, el exclusivo Chapelco Golf & Resort, en las afueras de la ciudad de San Martín de los Andes. Ahí el presidente no será “molestado” por secretarios y ministros, que solamente “le traen problemas”.
Los medios que “blindan” a Mauricio Macri explican hoy el viaje diciendo que el mandatario pretende “bajar la adrenalina tras la reunión de líderes del mundo que se realizó en Buenos Aires”. Ya antes de la cumbre el jefe de Estado había grabado un video en el que se lo veía con signos de cansancio y en el que anticipaba que tendría “una maratón de cuatro días”.
Al cerrar la conferencia de prensa tras el G20, Macri se alivió cuando llegó la última pregunta de parte de la prensa y dijo: “Uf, pensé que no llegábamos nunca a la última. Vengo… Son dos días que ya estoy muerto, muerto”. De no mediar nuevos imprevistos que cansen al mandatario, tras estos nuevos cinco días de descanso, el lunes volvería al trajín de la Rosada.
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