De la Redacción de Contrapoder –
En medio de la catarata de denuncias por abuso sexual y violencia contra la mujer que llegó a la política, e incluso salpicó a la agrupación política juvenil más grande de la Argentina, la conducción de La Cámpora resolvió habilitar un profundo debate con el objetivo de generar profundos cambios internos, que incluso podrían llegar a las estructuras organizativas y de más alta responsabilidad.
Los cambios comenzaron a adivinarse el lunes, durante un acto de Unidad Ciudadana en La Plata, cuando se escuchó del diputado Máximo Kirchner, principal referente de la agrupación, decir que “no puede ser un calvario para las compañeras militar en una organización social y política”, esa fue una de las frases más comentadas de la semana (y la nota más leída del mes en Contrapoder). En su discurso desde el escenario del club Atenas, Máximo reconoció la existencia de episodios de violencia y abuso pero al mismo tiempo advirtió que en toda esta saga hay una intencionalidad “especulativa y oportunista” de los medios afines al oficialismo, que a su juicio buscan deslegitimar la militancia política kirchnerista.
“Nuestras organizaciones políticas, sociales culturales y sindicales deben ponerse al frente de cada reclamo que tenga nuestra sociedad. No podemos dejar que sea desde los medios de comunicación donde, de forma especulativa y oportunista, se intente correr a las organizaciones políticas, que deben ponerse al frente de las demandas: por ejemplo con el colectivo de las mujeres. No podemos mirar para el costado y las organizaciones en las que militamos y pertenecemos debemos dar el ejemplo, porque sabemos, también, que son atacadas porque son las únicas capaces de ponerle freno. Y, para que esto quede claro, tenemos que ser mejores”, remató Máximo en el acto donde compartió escenario con la diputada bonaerense Florencia Saintout, jefa de la bancada de diputados provinciales de Unidad Ciudadana, a quien también postuló para el cargo de gobernadora.
Al día siguiente, La Cámpora difundió en sus redes un profundo comunicado explicando el proceso de análisis y autocrítica que promueven sus autoridades, “Escuchando el mandato de las compañeras a lo largo y ancho del país, vamos a convocar una Asamblea de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans de La Cámpora. Necesitamos generar un encuentro de estas características, un lugar de escucha para todas las compañeras que tenga como finalidad elaborar un documento con las propuestas que allí surjan como aporte para la revisión y transformación de todas las estructuras que sean necesarias y así construir una organización política a la altura del momento histórico en Argentina y el mundo”, expresa entre otras cosas el comunicado.
El documento asegura que La Cámpora “revisará todas las prácticas que avalan, legitiman y engendran situaciones de violencia y desigualdad de género”, y que “desde hace un año se elaboró internamente un Protocolo de Detección, Abordaje y Acompañamiento de situaciones de violencia de género que se produzcan dentro de la organización. Una de las implicancias de ese Protocolo es que “los varones” acusados “deben atravesar procesos de revisión de sus prácticas, de formación y de concientización que permitan iniciar un real proceso de deconstrucción”. ‘Deconstrucción’ es el término que utiliza el feminismo para referirse al esfuerzo individual que debe hacer todo varón que quiera modificar o limitar sus actitudes machistas aprehendidas por años de cultura patriarcal.
En otro párrafo, la agrupación kirchnerista consigna que a “Jorge Romero, senador provincial y quien hasta este momento se desempeñaba como responsable político de la provincia de Buenos Aires, se le quitaron todas las responsabilidades políticas dentro de la organización, y no puede participar en los espacios de militancia en tanto dure la aplicación del Protocolo”.
El texto avanza en nombres propios, “Es nuestra obligación también dar a conocer definiciones sobre otros casos que son mencionados públicamente. Julian Eyzaguirre abandonó la organización tras no acatar el proceso de protocolo, y se finalizó su relación laboral. Nicolas Roó quien militaba en La Cámpora La Pampa fue expulsado de la organización y se demandó la renuncia al cargo de director de la Casa de la Juventud. Gustavo Matias, quien fuera responsable del distrito de Vicente López, recibió graves denuncias públicas por varias compañeras que militaron en su momento en la organización. El mencionado ya había sido separado de la estructura política, por diversas causas hace años, y estamos comprometidxs a acompañar a todas las mujeres que sufrieron violencia por su parte o dentro del esquema que él conducía”.
Según lo informado, la Asamblea de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans de La Cámpora aprobará una serie de iniciativas para transformas las estructuras de poder interno de la organización. Uno de los criterios que se adoptará es la “paridad de cargos en todos los ámbitos de decisión”.
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