
De la Redacción de Contrapoder –
El senador radical Juan Carlos Marino leyó ayer durante la sesión del Senado una breve nota en la que negó “de manera enfática” los hechos de abuso denunciados en la Justicia por su ex secretaria, Claudia Guebel. Luego de la sesión sus compañeros de bancada lo saludaron y felicitaron, dejando en claro que el apoyo es para el acusado y no para la presunta víctima.
Fue la primera vez que Marino se refirió públicamente al caso: “Soy una persona absolutamente inocente”, aseguró a los medios al salir del recinto. Luego de ésto, Guebel ratificó sus dichos y agregó: “Si yo estuviera en los zapatos del senador no me llevaría puestas las instituciones de la República y presentaría indeclinablemente la renuncia”.
Otras voces del Senado también se refirieron al tema durante la sesión de ayer en la que se aprobó la Ley Micaela, aunque sin hacer nombres propios. La titular de la comisión de la Banca de la Mujer, la senadora Norma Durango advirtió que “las mujeres de este Senado queremos hacer oír nuestra voz ante situaciones que vulneran nuestros derechos”. “Nosotras nos solidarizamos con las mujeres que han sido abusadas, acosadas, prostituídas y explotadas”, cerró la legisladora pampeana.
Tras la decisión del fiscal Federico Delegado de imputar e iniciar la investigación contra Marino, todas las miradas estaban posadas en la reacción del legislador, quien hasta hoy no había hecho declaraciones. Al conocerse la denuncia, Federico Pinedo aseguró que su colega negaba lo ocurrido y que renunciaría a sus fueros legislativos, algo que no puede hacer por sí solo ya que el retiro de la inmunidad parlamentaria es una facultad exclusiva de la cámara.
En su denuncia Guebel había relatado que Marino la acosaba con mensajes y videos “alusivos al sexo” y que en una oportunidad, en su despacho, se le avalanzó y le tocó los pechos. También denunció a su jefe de asesores, Pedro “Cachi” Fiorda, por sujetarla de los brazos besarla contra su voluntad.
El lunes, el abogado de Marino, Claudio Calabressi, adelantó la versión que luego daría su cliente y sugirió que podría tratarse de una operación política promovida por el candidato a gobernador del PRO, Carlos Mac Allister, que disputa poder con el radicalismo pampeano.
En este contexto y casi una semana después de que se concretara la denuncia judicial, Marino decidió referirse al tema leyendo una carta claramente guionada por su abogado. “De manera enfática niego haber tenido respecto de la denunciante una situación como la que se ha denunciado en la causa de mención y de la cual, es bueno decirlo, no he sido formalmente notificado sino que he tomado conocimiento por los medios de comunicación”, comenzó a leer Marino. Posteriormente sostuvo que se puso “inmediatamente a derecho”, presentándose “de manera espontánea” en la Justicia, el 17 de diciembre. También afirmó que aún no pudo obtener acceso al expediente por cuestiones procesales y anunció que ponía a disposición del cuerpo sus fueros como senador nacional.
Luego de esto, el senador kirchnerista Marcelo Fuentes aclaró que “las causas penales, en caso de existir, avanzan independientemente del fuero del legislador, por lo que no resulta necesaria la renuncia a esos fueros, que en realidad son colectivos, de protección del trabajo del Parlamento”. La acotación de Fuentes, el único que hizo una referencia concreta al caso, se debió a lo que identifica como “una campaña de desprestigio” en la que se dice que el Senado “protege a sus miembros como una ‘orga’ cerrada, cuando en realidad los fueros son colectivos, no individuales”.
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