De la Redacción de Contrapoder –
El Gobierno redobló la apuesta en el hostigamiento al gobierno bolivariano de Nicolás Maduro y presentó a través de su bloque del Parlasur una iniciativa para que se desconozca el mandato que el presidente venezolano asumirá mañana. Además, la cancillería argentina le ordenó al encargado de negocios en Caracas, Eduardo Poretti, que viaje a Buenos Aires esta tarde para vaciar de presencias argentinas la asunción de Maduro. La acción del gobierno argentino está coordinado con otros 13 países de la región que, reunidos en el Grupo Lima desde mediados de 2017, cuestionan a la administración de Maduro y respaldan a la oposición venezolana. El presidente de Bolivia, Evo Morales, será el único mandatario sudamericano presente mañana en Caracas.
“No han tenido los pasos constitucionales necesarios para su convocatoria, ni la presencia de veedores internacionales suficientes ni la participación de los partidos más representativos de la oposición”, sostiene en sus considerandos el proyecto firmado por los parlamentarios de Cambiemos, que juntó también las voluntades de representantes del massista UNA, y legisladores de los otros cuatro países del Parlasur para sumar 45 firmas. El bloque macrista espera la asunción de los parlamentarios elegidos en las últimas elecciones brasileñas, en las que ganó el ultraderechista Jair Bolsonaro, para contar con los votos necesarios para aprobar la iniciativa.
El proyecto presentado en el Parlasur se suma al documento emitido el viernes pasado en el seno del Grupo de Lima, donde 13 de los 14 países integrantes solicitaron no reconocer el nuevo mandato de Maduro. En ese cónclave, México, donde asumió recientemente Andrés Manuel López Obrador, fue el único en resistir la condena al gobierno boliviariano e insistir en el canal del diálogo, objetivo por el cual se conformó en agosto de 2017 el órgano multilateral, en paralelo al vaciamiento de la Unasur.
En medio de la campaña coordinada para desconocer a Maduro —que tuvo como precedente la visita a la región del secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo—, el presidente venezolano informó hoy que se entregó a todos los gobiernos del “cartel de Lima” una nota de protesta diplomática para exigir una rectificación de las posiciones emitidas sobre Venezuela en las próximas 48 horas.
Durante esa conferencia de prensa, el presidente bolivariano acusó a los mandatarios de “romper los límites del aguante del gobierno bolivariano” y calificó de “inaceptable” el comunicado redactado el viernes pasado por los países “satélites de Estados Unidos”. “Con sus políticas respaldan a las oligarquías internas, neoliberales, capitalistas, con crisis internas. Son una unión proimperialista, se han unido para el mal”, los acusó Maduro y le dedicó a Macri el título del “señor destructor de Argentina”.
Las respuesta de la Casa Rosada fue desconocer el pedido de Venezuela y convocó de inmediato al encargado de negocios en Caracas, Eduardo Poretti, a Buenos Aires para mantener reuniones de trabajo, por lo que no estará en Venezuela para la asunción de Maduro. “Está en marcha un golpe de Estado”, denunció el mandatario bolivariano.
Maduro asumirá mañana su segundo mandato ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), controlado por el oficialismo, al considerar que la Asamblea Nacional (AN) —en manos de la oposición— se encuentra “en desacato”. Ayer, la asamblea debatió un anteproyecto de “ley de transición” con el objeto de “ejecutar políticamente” un cambio de gobierno y convocó a “todos los sectores”, incluidos “los militares” y “la base política del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV, gobernante)” a respaldarla.
Desde las Fuerzas Armadas respondieron con la confirmación de un “irrestricto apoyo y lealtad absoluta” a Maduro, mientras que Diosdado Cabello, titular de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) —órgano creado como contrapeso de la Asamblea Nacional— adelantó el tratamiento de un iniciativa para disolver el Congreso controlado por los opositores.
El próximo mandato de Maduro es cuestionado por la oposición y, por buena parte de la comunidad internacional alineada a Estados Unidos, porque en los comicios del 20 de mayo de 2018, en los que fue reelecto, la oposición no logró establecer las alianzas para competir contra el oficialismo, mientras que el Gobierno no permitió la actuación de observadores independientes. Otros de los argumentos para desconocer la reelección de Maduro es la baja participación de la población en los comicios.
Entre los parlamentarios firmantes de la iniciativa que busca institucionalizar el descredito al nuevo mandato bolivariano están los legisladores de Cambiemos: Norma Aguirre, María Teresa González Fernández, Lilia Puig, Gabriel Fidel, Osvaldo Mércuri, María Luisa Storani, Walter Nostrala, Daniel Ramundo y Marcela Crabbe. Mientras que por UNA firmaron Alberto Asseff, Herman Olivero y Jorge Vanossi; y Humberto Benedetto por el Frente Cívico de Córdoba.
Además de la iniciativa en el Parlasur, otros tres países del Grupo Lima ya habían replicado la decisión de la Argentina de retirar a sus encargados diplomáticos en Caracas para desconocer la convocatoria del gobierno bolivariano, según informó la agencia Télam. Por su parte, el gobierno de Perú —envuelto desde hace meses en casos de corrupción— prohibió el ingreso en su territorio de Maduro y otras 92 personas vinculadas al Estado venezolano.
Para la asunción de mañana ante el Tribunal Supremo de Justicia, el único mandatario sudamericano que confirmó su asistencia a la jura es Evo Morales. En tanto, México enviará un funcionario de cuarto nivel, a pesar de haber marcado su disidencia con la postura del resto de los integrantes del Grupo de Lima; y lo mismo hará Uruguay, pese a que su canciller, Rodolfo Nin Novoa, afirmó ayer que el Grupo de Lima “está por fuera de toda institución orgánica” y “no tiene competencias” para desconocer el nuevo mandato de Maduro.
Fuente Página/12
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